CONCIENCIATres lecturas
De acuerdo con el articulo 176 de la Constitución Política de la República, ?Presentado para su trámite un proyecto de ley?, se observará un procedimiento que prescribe la Ley Orgánica y de Régimen Interior del Organismo Legislativo.
Se pondrá a discusión en tres sesiones celebradas en distintos días y no podrá votarse hasta que se tenga por suficientemente discutido en la tercera sesión. Se exceptúan aquellos casos que el Congreso declare de urgencia nacional con el voto de las dos terceras partes del número total de diputados que lo integran?.
La norma constitucional es corroborada por la Ley Orgánica del Organismo Legislativo o Ley de Régimen Interior, que establece en su artículo 112 lo siguiente: ?(…)
El debate sobre el proyecto de ley y el dictamen se efectuará en tres sesiones diferentes celebradas en distintos días y no podrá votarse hasta que se tenga por suficientemente discutido en su tercer debate. Se exceptúan aquellos casos en que el Congreso declare el proyecto de urgencia nacional.
El voto favorable al proyecto obliga a que se continúe con la discusión de la ley por artículos y el voto en contra desechará el proyecto de ley (…) ? Y el artículo 117 de la citada ley, indica en su parte conducente que? (…) En los dos primeros debates de un proyecto de ley, éste será discutido en términos generales, deliberándose sobre la constitucionalidad, importancia, conveniencia y oportunidad del proyecto (…)?
Sin embargo, ha venido dándose la práctica entre los congresistas de las distintas legislaturas de solicitar al pleno, mediante una moción, que se apruebe el proyecto de ley dispensando de su segunda lectura. Como generalmente ocurre, la moción es aprobada y automáticamente también el proyecto en segunda lectura sin haber sido sometido a discusión.
Aun cuando éste es un mecanismo que permite la legislación, no debería aceptarse la posibilidad de dejar de discutir un proyecto de ley.
Los guatemaltecos consideran importante que se lleve a cabo una amplia discusión de los proyectos de ley. La legislación contempla únicamente tres momentos para que los diputados discutan los proyectos, los cuestionen, los estudien y, al final, los aprueben o no. La legislación nacional, empezando con la Constitución Política, consideró esto importante.
Entonces, ¿por qué abstenerse de cumplir con aprobar en tres lecturas un proyecto de ley?, ¿cuál es la razón que explica esta falta de discusión? Para quienes no participamos activamente en el proceso legislativo, esta actitud no tiene explicación ni comprendemos su eficiencia.
Todas las leyes que son aprobadas por el Congreso son importantes porque todas tienen, de una u otra forma, un impacto económico: introducen un conjunto de limitaciones y sanciones que se convierten en incentivos que afectan las decisiones de las personas.
No son, pues, normas sin consecuencias. Toda nueva legislación introduce costos y beneficios para la sociedad. El análisis costo-beneficio de la ley es indispensable para determinar su conveniencia. Pero este análisis sólo pueden hacerlo los legisladores mientras se discute un proyecto. Es por ello que se debe tener sumo cuidado con la actividad legisladora.
Durante octubre y noviembre el Congreso estará estudiando y aprobando una serie de normas de trascendencia para el país, como el Presupuesto del Estado para el año 2003, la aprobación de nuevos bonos por US $700 millones, reformas a leyes como la Ley de Probidad o la Orgánica de la Contraloría de Cuentas, etc.
Al votar, los guatemaltecos depositaron su confianza en los diputados, considerándolos representantes de la voluntad de miles de ciudadanos. Lo mínimo que podemos esperar es que las propuestas de ley sean ampliamente discutidas.