El emisario del ente financiero, Humberto Arbulú-Neira, llegó anoche al país acompañado de un representante del Banco Mundial, BM, y otro del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, para discutir las razones que bloquean la aprobación del paquete de reformas a cuatro leyes financieras.
Eduardo Weymann, ministro de Finanzas, señaló que los visitantes tienen la misión de discutir en el Congreso la posición de todos los sectores respecto de este paquete legislativo.
Desde mediados de año, el Congreso ha mantenido en un estira y encoge los cambios a las leyes Orgánica del Banco de Guatemala, Monetaria, de Supervisión Financiera y de Bancos y Grupos Financieros.
Los dos primeros proyectos necesitan de mayoría calificada para ser aprobados -75 votos- (el partido oficial cuenta con 63 escaños y cuatro más de bancadas minoritarias). La oposición se opone a dar su apoyo, con el argumento de que las reformas planteadas no han sido discutidas con ellos.
Si no se da luz verde a este paquete, a Guatemala se le cerrarán los grifos del financiamiento externo y el próximo año dejaría de recibir al menos US$350 millones.
Weymann explicó que de esta suma, US$150 millones serían aportados por el BM para sanear el sistema bancario.
Mientras, los US$200 millones restantes saldrían de las arcas del BID y serían utilizados para el combate de la pobreza, principalmente en los departamentos afectados por la hambruna.
?Si no se aprueban las leyes, no se otorgará este financiamiento?, insistió Weymann.
Oposición se resiste
Sin embargo, los diputados de oposición mantienen su postura y se niegan a apoyar al Frente Republicano Guatemalteco, FRG.
Nineth Montenegro, de la Alianza Nueva Nación, dijo que una de las razones para apoyar las leyes financieras es que la bancada oficial tome en cuenta sus sugerencias, pero que hasta el momento ?no se ha acercado?.
El unionista Héctor Cifuentes señaló que su bancada no ha apoyado las reformas porque no se le tomó en cuenta para plantearlas.
FMI nos fiscalizará
Weymann, indicó que la posible firma de un acuerdo ?stand by? con el FMI sigue su rumbo, y no necesariamente está condicionado a la aprobación de las leyes financieras.
Sin embargo, destacó que de concretarse el convenio, el FMI se encargaría de fiscalizar el gasto del Gobierno, especialmente la inversión social.
Adicionalmente, si las leyes se aprueban y los US$350 millones en financiamiento fluyen, su uso también sería fiscalizado por una comisión del Fondo Monetario.
Weymann reconoció que esta situación sería algo excepcional por parte del FMI, en comparación con acuerdos suscritos con otros países. No obstante, el funcionario no aclaró si la medida de fiscalización sería por los casos de corrupción en este gobierno.
?El FMI lo hace porque está consciente de la brecha socioeconómica y la pobreza en el país?, se limitó a explicar.
Nineth Montenegro, de la Alianza Nueva Nación
?Si quieren nuestro apoyo, tienen que escuchar la opinión de la oposición, y no llevar los dictámenes preparados, como lo han hecho hasta ahora?.
Eduardo Weymann
?Este paquete cubre la necesidad de brindarle al país una base que evite a futuros gobiernos absorber los costos de modernizar el sistema financiero?.
FRG con prisa por aprobar paquete
El pleno conoció ayer en tercera lectura la Ley de Bancos y Grupos Financieros, la primera de las cuatro normativas financieras pendientes de aprobación.
Los diputados del Frente Republicano Guatemalteco, FRG, introdujeron dicha ley para agilizar su trámite y evitar la acumulación de trabajo en las últimas sesiones del año.
Leyes como la Orgánica del Banco de Guatemala, y la Monetaria necesitan de mayoría calificada -75 votos- y la de Supervisión Financiera, que aunque puede ser aprobada con 57 votos, está muy unida a las otras, y por ello los eferregistas desean aprobarlas en conjunto.
Los diputados oficialistas esperan hoy lograr acuerdos con la oposición, en una reunión privada con integrantes de organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
El FRG aseguró que consensuarán todos los cambios a las leyes, y que no existirán sorpresas de última hora, lo cual teme la oposición.