A mediodía del jueves, 18 miembros de las Fuerzas de Defensa de Belice, FDB, ultimaron a balazos a Jesús Ramírez y a sus hijos, Jesús y Virgilio, luego de irrumpir en el parcelamiento Nueva Esperanza, Santa Cruz, Poptún, Petén.
El lugar está ubicado a unos cinco kilómetros de la zona de adyacencia -frontera no delimitada- entre ambos países.
El hecho, según el vicecanciller Ramiro Ordóñez, ?es una violación flagrante al Derecho Internacional?. Debido a ello, solicitó a la Organización de Estados Americanos, OEA, investigar los sucesos, para establecer cuál de los dos países viola los acuerdos suscritos.
Versión guatemalteca
Según la Cancillería, se estableció que el jueves último, los efectivos beliceños se desplazaron al lugar, acompañados de Rogelio Lobos, quien llegó a ?reclamar derechos de propiedad sobre los terrenos cultivados por la familia Ramírez?.
Agrega que los miembros de las FDB intentaron llevarse a Virgilio y Jesús hijo, ?pero al resistirse, fueron ultimados?. El padre de ambos, ?al tratar de defenderlos, también fue ultimado?.
De acuerdo con la diplomacia guatemalteca, Lobos ?fue señalado por los familiares de los fallecidos (…) como la persona que provocó e incitó a que los miembros de las FDB dispararan.
Explicación beliceña
Mientras tanto, Belice, por medio de su embajador en Guatemala, Moisés Cal, trasladó su versión de los hechos. En la misma se consigna que los patrulleros de su país fueron atacados con machetes por miembros de la familia Ramírez.
El incidente, según los beliceños, ocurrió en San Vicente Toledo, cercano a la línea divisoria con Guatemala.
Los miembros de la FDB llegaron al sitio acompañados por Lobos, quien denunció que los Ramírez habían movido una cerca divisoria. Sin embargo, fueron atacados, y respondieron accionando sus armas de fuego.
Al conocer la versión de Belice, Ordóñez recalcó que Guatemala no las acepta, ?por absurdas?.
Aznar y Gaviria, informados
Anoche, el vocero de la Cancillería, Edgar Arana, dijo que el presidente, Alfonso Portillo, informó del incidente al gobernante español, José María Aznar, ?quien se mostró preocupado por el hecho?.
Ambos participan en la XXI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que concluye hoy en Lima, Perú.
En el país suramericano también conversaron el Canciller, Gabriel Orellana, y el Secretario General de la OEA, César Gaviria.
Según Arana, el titular del organismo continental ?solicitó toda la información disponible sobre la muerte de los campesinos?. Además de instar a Guatemala y Belice a mantener la cordura, se mostró dispuesto a colaborar para aclarar los hechos.
Reyes: Aplicar la ley
El presidente en funciones, Juan Francisco Reyes López, lamentó la muerte de los miembros de la familia Ramírez.
A la vez, aseveró que el Gobierno exigirá que se respete la ley, y solicitará que los agresores ?sean llevados a los tribunales y sancionados por el delito cometido?.
Repudio generalizado
Dirigentes sociales lamentaron los incidentes ocurridos en Petén. ?Estos problemas existen hace tiempo, y la Cancillería no ha buscado una solución definitiva?, resaltó Miguel Albizures, de Alianza contra la Impunidad.
Por su parte, Helen Mack, de la Fundación Mack, opinó que se debe iniciar una investigación exhaustiva, para esclarecer las causas del ataque de las tropas beliceñas.
Por su parte, el Procurados de los Derechos Humanos, Julio Arango, condenó el ataque, y anunció que ha iniciado investigaciones.
?El ejército beliceño constantemente penetra en territorio nacional, en abierta violación a las leyes limítrofes, sin que el Estado guatemalteco cumpla con su deber de proteger a estos connacionales?, denunció el magistrado de conciencia.
Entre la consternación y la cólera
Ayer, un pabellón guatemalteco cubrió los féretros de Jesús Ramírez Solano y de sus hijos Virgilio y Jesús Ramírez Hichos, mientras eran velados en la iglesia católica de Poptún, Petén.
Los pobladores de la localidad se mostraron encolerizados y a la vez tristes por la muerte de los miembros de la familia Ramírez, quienes fueron abatidos a balazos por soldados beliceños el jueves al mediodía.
Durante las honras fúnebres, el párroco José Adolfo Rivas hizo un llamado a la tranquilidad.
?Hemos sufrido por años el hostigamiento y no sabemos cuánto tiempo más durará, pero debemos tener calma?, dijo a las personas que abarrotaron el templo.
El alcalde de San Luis Petén, Noé González Amézquita, se sumó a la exhortación, y solicitó al Gobierno poner más atención a los problema que afrontan decenas de comunidades adyacentes a Belice.
De vuelta a la tierra
Al terminar el oficio religioso, a eso de las 16 horas, los cuerpos fueron trasladados en picop al caserío San Francisco Mogollón.
En ese lugar, donde la miseria es parte del paisaje, unas 500 personas esperaban el arribo de los tres ataúdes. En la pequeña iglesia del caserío de nuevo fue colocado el pabellón nacional, como muestra del patriotismo de los Ramírez, a quienes en varias ocasiones los beliceños habían intentado convencer de que renunciaran a la nacionalidad guatemalteca.
Testimonio: ?Los mataron y huyeron?
Margarita Hichos estaba inconsolable ayer, cuando a eso de las 18 horas llegaron al caserío San Francisco Mogollón los cuerpos de su cónyuge e hijos.
?Son personas malas que ni siquiera nos explicaron nada?, dijo en referencia a los 18 soldados beliceños que el jueves irrumpieron en la vivienda familiar.
?Luego de matar a mi esposo y mis hijos, salieron huyendo?, narró a Prensa Libre en la pequeña iglesia católica de la localidad.
Uno de sus siete hijos sobrevivientes, Virgilio, dijo que uno de sus hermanos fue el primero en caer por las balas. Al ver eso, su padre intervino y también fue ultimado.
Dispuesto a defenderse
Por su parte, Guillermo Cuc Martín, vecino de la familia Ramírez, lamentó la muerte de ?don Chus?. ?Era buena persona, que no se metía en babosadas?, comentó.
A la vez, se mostró dispuesto a defender a su familia en caso de que los soldados beliceños regresen al lugar.
En San Francisco Mogollón viven unas mil personas, acostumbradas al acoso de los uniformados de Belice.
?Eso ya es costumbre. Los soldados beliceños parece que no tienen cerebro y siempre utilizan la fuerza, y como vienen armados con ametralladoras, ¿qué puede hacer uno??, reflexionó César Ruiz, otro de los pobladores de la localidad, ubicada a tres horas en vehículo de Poptún, Petén.