ConcienciaComercio exterior y desarrollo
El comercio exterior es un medio para lograr niveles de empleo y de actividad económica, que estimulen el crecimiento económico y por ende el desarrollo social de los ciudadanos. Para ello es indispensable estudiar y analizar las distintas políticas que se han adoptado en las últimas décadas.
Hace más de 50 años nuestro país contaba con un comercio más libre. Sin embargo, se dependía muchísimo del sector agrícola tradicional, lo que lo hacía muy vulnerable cuando los precios internacionales bajaban. En los ?60 se promovió en toda Centroamérica una política de sustitución de importaciones y el Mercomún.
El objetivo principal era industrializar los países del área por medio de aranceles elevados para la importación de bienes de fuera de la región. En los años 70 y a principios de los ?80 se creó una independencia de políticas entre países, debido en gran parte a los problemas políticos que afrontaban la mayoría de ellos, especialmente las medidas populistas y conflictos armados cuyos efectos fueron la reducción del comercio intrarregional, el aumento de los problemas macroeconómicos y el decrecimiento económico en la región.
A mediados de los ?80 los distintos países iniciaron procesos de pacificación y puesta en marcha de programas económicos, implementándose una política de promoción de exportaciones. Con ello se pretendía promover las exportaciones de los países por medio de instrumentos fiscales.
Los resultados no fueron muy alentadores. Cuatro de los cinco países centroamericanos tienen un desarrollo humano medio y más de la mitad de su población es pobre. Sin embargo, Costa Rica nos deja grandes lecciones.
Ellos no sólo avanzaron en su política de comercio exterior, sino invirtieron en educación, salud, infraestructura, consolidaron su democracia y fortalecieron su Estado de Derecho. De hecho de 1990 a 1999 Costa Rica logró atraer más de US$3,565 millones en inversión extranjera directa vrs. el US$4,700 en el resto de la región.
En un seminario realizado recientemente, donde participaron más de 90 líderes nacionales (de distintos sectores) se propuso que, en vista de las condiciones actuales de la economía globalizada, una política de comercio exterior debiera convertirse en una política de competitividad, o sea de eficiencia y productividad.
La globalización exige a las empresas nacionales el mismo nivel de competitividad para tener éxito en el mercado internacional que para competir en el mercado local con los productores extranjeros. Por lo anterior, es la competitividad la que se transforma en el vehículo para el desarrollo social y económico de los ciudadanos.
Se propuso, por tanto, que la competitividad sea el eje principal de la política integral del comercio en Guatemala. Alrededor de este eje se desarrollarán los diferentes elementos requeridos en una política de comercio, desde la educación del recurso humano, pasando por las políticas macroeconómicas y la infraestructura, hasta las políticas de inclusión y apoyo a los sectores perjudicados por los procesos de globalización.
Los factores de competitividad serán el recurso humano, el conocimiento, la tecnología, la innovación y, cada vez en menor medida, el costo de los factores (recursos naturales, mano de obra, capital). La participación de los distintos gobiernos en continuar este proyecto será la clave para que en los próximos años destaquemos en el comercio internacional, logrando la generación de empleos, el aumento del ingreso de los guatemaltecos y la erradicación de la extrema pobreza.