La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, tenía programado visitar el sábado las localidades más afectadas por las peores lluvias que ha sufrido la desértica región del norte del Chile en los últimos 80 años y que afectaron fuertemente a tres de las 15 regiones del país: Antofagasta, Atacama y Coquimbo.
Entre el martes y miércoles de la semana pasada cayeron en la zona unos 24 milímetros de lluvias, cuando lo normal es 1.7 milímetros al año.
Las fuertes lluvias produjeron el desborde de los ríos cuyo cauce había permanecido seco durante años, los que partieron en dos ciudades como Copiapó, Chañaral, Tierra Amarilla y Taltal, algunas de las más dañadas. Otras pequeñas localidades, como Alto del Carmen o Diego de Almagro, fueron arrasadas parcialmente por el paso del agua, que se llevó consigo cientos de casas en toda la región.
Balance preliminar
En total el balance preliminar del gobierno habla de dos mil 71 casas destruidas y seis mil 254 que presentan daño mayor, según el informe de la ONEMI.
Los equipos de rescate se esfuerzan todavía en eliminar en estas ciudades toneladas de capas gruesas de lodo, que impiden que la vida en las ciudades vuelva a la normalidad.
El barro se ha solidificado debido a las altas temperaturas de la zona y para eliminarlo es necesario maquinaria pesada, una tarea que se estima que llevará semanas en completar.
Según la ONEMI, un 2.6% de las personas de la Región de Atacama sigue sin suministro eléctrico y en un 15% aún no se ha restablecido el suministro de agua potable. En algunas poblaciones donde la infraestructura se vio afectada, restablecer el agua potable podría llevar meses.