De acuerdo con Pérez de Antón, quien reside en el país desde 1963 y ganó el Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias en el 2011, su objetivo fue crear una novela interesante, pero que también genere reflexión en los lectores acerca de la política y los hilos de la corrupción.
La última semana de marzo, el autor participó en la Feria Internacional de la Lectura Yucatán, en México, en donde presentó su nueva novela y fue recibida con bastante éxito, ya que, según Pérez de Antón, el título llamó la atención por el contexto político en el que se encuentra ese país.
Primera escena
Antes de disfrutar la primera escena del libro, le recomendamos leer esta entrevista con el escritor español, así podrá entender más sobre el contexto de este interesante thriller político.
Cuatro de sus novelas anteriores han tenido una continuidad histórica, ¿qué línea sigue con este nuevo libro?
En esta novela quiero presentar al guatemalteco actual, la Guatemala del presente. Es una novela escrita en tiempo real. Pero no por eso deja de formar parte del bloque. A mi juicio, si los otros (libros) son episodios nacionales de épocas críticas de Guatemala, este también lo es, porque vivimos en una época crítica.
Y la Guatemala actual está en proceso electoral. ¿Por qué lanzar La corrupción de un presidente sin tacha en este momento?
Eso es totalmente intencional. El libro va dirigido a los electores, no va dirigido a los candidatos. En alguna medida, mi intención es reducir la percepción de inocencia que se tiene del candidato. Cuando nos introducimos en un proceso electoral, nos convertimos en prosélitos y somos víctimas del proceso de seducción. El candidato es un seductor. Es parecida a la intención de Don Juan cuando seduce a Doña Inés, y nosotros caemos en esa trampa. No somos críticos de lo que está sucediendo.
¿Podremos encontrar similitudes con algún candidato actual y Daniel Sanabria, el personaje principal de la novela?
De todos los candidatos que tenemos ahora, más de uno podría ser como él. Es decir, son personas, quizás, bien intencionadas; son personas honestas, son personas íntegras. El protagonista de mi novela es un hombre ingenuo, que como muchos candidatos no sabe qué es el poder. En la política, ni la razón, ni la búsqueda del bien común son suficientes para cambiar el país. Hace falta, además de esas buenas intenciones, un político con conocimiento, con madurez, con astucia, porque sino no logra los fines que se propone. Ese es el eje de la novela. Un presidente sin tacha es un hombre bueno, decente y trabajador, pero no es suficiente para cambiar el país.
Cuando leemos El señor presidente, de Miguel Ángel Asturias, sabemos que el autor retrata a Manuel Estada Cabrera. ¿Cree que el lector puede vincular a su personaje con algún político actual?
Es posible. No digo que no. Es posible que piensen en Jimmy Morales, porque él se presentó como un presidente sin tacha, “ni corrupto, ni ladrón”. Este es parecido, pero definitivamente no es Jimmy Morales. Daniel Sanabria es otro tipo de persona que se encuentra con un problema muchísimo mayor antes de tomar posesión. Pero esto es lo divertido de la ficción: que el lector se imagine cosas. Recordemos que es el lector el que siempre completa una novela. El escritor la crea, pero el lector es quien, en su mente, va a asociar ideas.
¿Por qué decide incursionar en el género del thriller político?
Creo que mi objetivo es que los lectores lo lean rápidamente. El thriller político es un género que ha tenido mucho éxito, por lo que quise practicarlo. Todo lo que encontrarán en el libro está muy calculado; desde el gancho inicial hasta la creación de personajes. El secreto consiste en ir dando información en pequeñas dosis, con el objeto de que la mente del lector se vaya llenando y que todo eso confluya en el desenlace. Lo que quiero es entretener al lector, porque la literatura también tiene que ser entretenida. Es un pecado de lesa literatura aburrir a los lectores. Y eso está muy lejos de mí. Además, quiero llevar al lector una serie de claves que, a lo mejor, se le escapa del proceso electoral. De manera que arrancar el proceso electoral y publicar la novela estaba todo muy planeado. No solamente es acción, no solamente es intriga, no solamente es tensión, sino que tiene que haber reflexión política, reflexión moral.
¿Cómo fue el recibimiento del libro en México?
Llamó bastante la atención por el título. El título quizá responda a las buenas intenciones que tenga -Andrés Manuel- López Obrador. Aparentemente es un presidente sin tacha; que se corrompa o no es cosa de él. México, por lo que pude captar, está muy preocupado por la corrupción. Ese sentimiento no está muy lejos de lo que sentimos los guatemaltecos. Un sociólogo dijo: “En política, todo lo que no es posible es mentira”. Uno no puede aceptar las promesas que hacen los candidatos. Ahora, en México hay mucho desencanto con López Obrador, ya que sienten que no está haciendo lo que prometió. Quizá, por eso, el título del libro los atrajo.
Y esa realidad no solo se percibe en México o Guatemala, sino en otras partes del mundo.
En Latinoamérica, actualmente hay más de 30 presidentes y expresidentes implicados en casos de corrupción. Pero imaginemos que en estos países aparece un hombre que es honrado, capaz e íntegro; el que todos deseamos como presidente. Sin embargo, se encuentra con un dilema perverso que va a tener que resolver. Eso plantea el libro. También aparecen muchas reflexiones referidas al votante. Por ejemplo, tenemos que dejar de ser como Doña Inés y dejarnos seducir por Don Juan, porque eso solo dura un momento, porque luego los candidatos nos dejan, nos abandonan y ya no se acuerdan de uno.
¿Usted cree que ese presidente sin tacha solo existe en la ficción?
Yo quiero creer en que es posible que se haga realidad. En la historia de la humanidad siempre ha habido un personaje que ha logrado cambiar el rumbo de un país. Pero para esto no basta con ser bueno, íntegro y honrado, porque la política es un juego perverso que hay que saber jugar. Porque solo hay dos opciones: o nosotros acabamos con la corrupción o la corrupción acaba con nosotros. Ese es el gran dilema. De manera que el lector va a encontrar en el libro una trama interesante, unos personajes atrayentes y un desenlace curioso.
Alfaguara proporcionó el PDF de la primera escena del libro La corrupción de un presidente sin tacha.
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