Okada también afirmó que en abril la empresa abrirá un centro de desarrollo y producción en Tokio para producir los primeros prototipos del satélite que servirá para recolectar y eliminar basura espacial con vistas a lanzar el primero al espacio para finales de 2017.
El sistema que ha desarrollado consiste en lanzar al espacio un satélite, bautizado como “madre” , que contiene seis dispositivos de retirada de escombros, llamados “niños” .
Cuando el satélite lanza a los “niños” , estos recolectan fragmentos gracias a un compuesto adhesivo especial, que Okada considera la “clave del proyecto”
Una vez recolectado un volumen de basura determinado los “niños” efectuarían la “reentrada” en la atmósfera terrestre, y se desintegrarían junto con los fragmentos que transporten.
Okada decidió en 2013 dejar su puesto como presidente de una empresa de tecnologías de la información y fundar Astroscale para tratar de solucionar el acuciante problema de la basura espacial, “dado que aún nadie ha desarrollado una tecnología válida para ello” .
Actualmente se cree que unos 150 millones de piezas de basura espacial -desde satélites enteros a fragmentos metálicos o de pintura de más de 1 milímetro de diámetro- giran a enorme velocidad alrededor de la tierra, principalmente en la órbita baja terrestre, a entre 700 y 1.000 kilómetros de altura.
Esta basura supone un serio peligro, ya que el impacto de uno de estos trozos, aunque sea muy pequeño, puede dañar gravemente un satélite operativo y generar más colisiones en cadena que podrían dejar sin funcionamiento redes enteras de telefonía móvil, televisión o de predicción meteorológica.
Sin embargo, ninguno de los principales organismos espaciales, incluida la NASA estadounidense, han dado todavía con una solución para este creciente problema.