La de este año es la novena edición del evento, cuyo objetivo no es sólo ahorrar electricidad en ese momento puntual, sino crear conciencia sobre la necesidad de utilizar fuentes de energía sostenibles, además de pedir compromisos políticos para detener el calentamiento global.
En Australia, la Hora del Planeta este año se ha centrado en la agricultura, por el temor a que un aumento de las temperaturas pueda entorpecer la capacidad del país para producir comida.
“En Australia, la agricultura es la industria más vulnerable al impacto del cambio climático”, dijo la gerente nacional para Australia de la Hora del Planeta, Anna Rose.
Incremento de plagas
El aumento de las temperaturas, el incremento de las plagas y las malas hierbas, los cambios en los periodos de siembra, y fenómenos climáticos extremos, ya habrían comenzado a afectar a los agricultores, dijo.
La Hora del Planeta anima a ciudadanos, comunidades, empresas y organizaciones a apagar las luces durante una hora para denunciar la situación que vive el planeta.
La campaña se produce meses antes de la cumbre del clima de París, en diciembre, que tiene como objetivo llegar a un acuerdo para reducir drásticamente las emisiones de CO2 y días antes de que se cumpla la fecha límite para que todas las partes envíen sus compromisos.
La iniciativa empezó en Sídney en 2007 pero se convirtió en un acontecimiento global muy rápidamente.
“Más de 170 países y territorios ya han confirmado su participación, más de mil 200 lugares emblemáticos y cerca de 40 enclaves declarados patrimonio de la humnaidad por la UNESCO” participarán en la iniciativa, según dijo a AFP el director de la Hora del Planeta Sudhanshu Sarronwala.
La oscuridad reinará en el Cristo Redentor de Río de Janeiro, la Acrópolis de Atenas, el castillo de Edimburgo, el Big Ben de Londres y Times Square en Nueva York, entre otros muchos sitios.
La consigna este año es “usa tu poder para cambiar el cambio climático”, lo que ha dado pie a numerosas iniciativas en distintos lugares, como una fiesta de baile Zumba con trajes que brillan en la oscuridad en Filipinas, cenas a la luz de las velas en restaurantes de Londres y una pista de baile con su propio generador bajo la Torre Eiffel.
Mike Berners-Lee, un consultor privado experto en energía, dijo a AFP que la Hora del Planeta es un forma muy efectiva de enviar un mensaje para decir que a la gente le “importa verdaderamente que la reunión de París sea un éxito.”
Se estima que nueve millones de personas en 162 países participaron el año pasado en esta iniciativa, según los datos de WWF.