Un tercer suicida se hizo estallar en la mezquita de Al Hashahush, en el norte de la ciudad, informaron personas presentes en el lugar de la explosión.
Los milicianos hutíes, hostiles al poder del presidente Abd Rabo Mansur Hadi, rezaban en esas mezquitas.
Un primer balance de 30 muertos ofrecido por testigos ha sido revisado al alza por fuentes médicas, quienes aseguraron que decenas de personas habían sido heridas en los ataques.
Estos atentados son los más mortíferos desde la explosión de un coche bomba frente a la academia de Policía de Saná el 7 de enero recién pasado que dejó 37 muertos, cuando la capital aún no estaba totalmente controlada por los hutíes.