“Se quedaron sorprendidos cuando salió de ésta una mujer de unos treinta años. Era la esposa rusa del propietario de la maleta“, agregó.
“Se encontraba bien y no requirió cuidados médicos“, dijo Sienicki.
Tras ser interrogados, el matrimonio fue puesto en libertad y volvió a Belarús.
La pareja había tomado un tren que salía de Moscú con destino Niza (sureste francés) pero el sexagenario francés, cuya identidad no fue revelada, ignoraba que su esposa tenía derecho a entrar con él al espacio Schengen.
“Si hubiese viajado sentada al lado de su esposo, habría pasado sin problema. Pero por tratar de evitar el control fronterizo, los dos esposos podían haber sido condenados a una pena de tres años de cárcel“, dijo Sienicki.