Lo que veo insólito es que mientras nuestra “refrigeradora” del planeta se descongela, muchas superpotencias mundiales,  en vez de actuar, buscan seguir con su ambición, sangrando la herida, y lo hacen perforando el Ártico. Sacan provecho del hielo que se deshace, a sabiendas de que están destruyendo las posibilidades de supervivencia de la humanidad. Lo que les mueve es que allí se encuentra todavía el 25% de las reservas de gas natural y petróleo de todo el mundo.

Cinco naciones aledañas al Polo Norte se pelean por decir que el Ártico les pertenece. Entre ellas Canadá, Dinamarca, Noruega, Rusia y Estados Unidos. Sin embargo, particularmente Rusia y Canadá han querido tomar el liderazgo en esta carrera para conquistar el Mar Ártico y sus riquezas. El caso de Canadá, con su descubrimiento de los restos del navegante Franklin que encalló en 1845, hoy lo ven como un trofeo de que el Pasaje Noroccidental es canadiense.

Por más de 170 años lo buscaron sin fruto, pero ahora funcionarios de Canadá se disponen a decir que con este hallazgo  se ha resuelto su soberanía. Otro país que ha sido asiduo en declarar lo mismo es el ruso Chilingaróv, quien plantó su bandera en el fondo del mar Ártico a finales del 2007. Cabe mencionar que fue determinante en mi caso al llegar al Polo Norte, pues fui forzada a llegar a bordo de un simple velero.

El desventurado naufragio de Franklin se ha convertido para los canadienses en una lotería, pero motivo de disputa con Estados Unidos. El primer ministro canadiense, Stephen Harper, fehacientemente declara su soberanía, mientras que Estados Unidos sigue insistiendo en que hay Tratados Internacionales que no permiten confirmarlo.

Es triste pensar que todavía existen personas que no se dan cuenta de que aún estamos a tiempo para detener los estragos que puede traernos el calentamiento global.  La oficina de Estados Unidos en Inteligencia Naval declara que mientras en el 2012 el Pasaje Noroccidental no mostró derretimiento abajo del 40%, ahora proyecta que para el 2030 el mismo solo tendrá 10% de hielo. Como nota interesante, el primer gran barco comercial  que logró pasar de Vancouver a Finlandia por este Pasaje muestra que se ha abierto una nueva ruta entre el Pacífico y el Atlántico con gran significado comercial, como el Canal de Panamá. Sin embargo, muchos podrán plantar sus banderas en son de conquista, pero debemos recordar que lo importante no son las banderas que plantemos, sino todo aquello que logremos conservar.

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