La Policía Nacional Civil indicó que otro taxista, Edy Guillermo Sánchez, de 26 años, fue detenido, sindicado de ser parte de la turba que vapuleó y quemó a los dos hombres que habrían atentado en contra de Pérez Miranda sobre el bulevar El Naranjo, zona 4 de Mixco.
La PNC informó que el detenido habría incitado al resto de la turba a prenderle fuego a los supuestos sicarios, Roger Ronald Gómez Carrillo, 23, y Edwin Herrera, 19, quienes fallecieron en el Hospital General San Juan de Dios puesto que presentaban quemaduras de primer grado en casi todo el cuerpo.
“Según versiones de personas que se encontraban en el lugar, los vapuleados son los responsables del incidente armado en el cual resulta herido el señor Fardy Mayén Pérez Miranda”, precisó la institución policial en una comunicación con los medios.
Añadió que Sánchez sería el responsable de incendiar una motocicleta propiedad del Ministerio de Gobernación, pues el linchamiento ocurrió bajo la presencia de varios agentes policiales.
En el lugar, aparte de la motocicleta incendiada, quedó el taxi que conducía Pérez Miranda y otra moto, donde los supuestos sicarios pretendían escapar.
Horas después de la detención, un grupo de taxistas se aglomeró sobre la entrada principal del Juzgado de Mixco y bloqueó el paso de vehículos en protesta por la captura Sánchez, mientras exigía su liberación. La Policía de Tránsito llegó al lugar y trata de dialogar con los inconformes.
El hecho se produjo entre 8 y 9 de la mañana en el Bulevar El Naranjo y 27 calle, zona 4 de Mixco, frente a una iglesia mormona y causó embotellamiento en el sector.
Linchamientos
De acuerdo con el Informe de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos en Guatemala 2018, entre enero y noviembre de ese año, la Procuraduría de los Derechos Humanos reportó que hubo ocho linchamientos.
La cifra disminuyó en relación al 2018, cuando, en el mismo periodo hubo 28, mientras que en el 2016 se registraron 11 linchamientos.
Según expertos en seguridad, la falta de aplicación de la justicia, poca atención a población afectada por la violencia, además de no priorizar políticas públicas de prevención, contribuyen a que se produzcan los linchamientos y que, lejos de desaparecer, sea la única defensa para algunos grupos, por lo cual se corre el riesgo de que la práctica continúe durante generaciones.
La falta de respuesta estatal es generalizada, y por ello los linchamientos no son exclusivos de poblaciones indígenas.
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