Chile ante Guatemala

Juan Alberto Fuentes Knight

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 El Estado chileno, en cambio, tiene dos características básicas.  Primero, responde democráticamente a la voluntad de la mayoría,  reflejada en “la nueva mayoría” que llevó a Bachelet a triunfar en las últimas elecciones.  Segundo, se sujeta al respeto del estado de Derecho: cumple y hace cumplir la ley.  

Varias razones explican la construcción de este Estado democrático y republicano fuerte:   la prioridad asignada  por las élites a la educación pública desde hace siglos; el temprano surgimiento de una clase trabajadora asociada inicialmente  a la minería, fuerte base social y política de la ampliación de las reivindicaciones sociales; un pueblo que ha peleado continuamente por la democracia, régimen político que las élites económicas chilenas ahora perciben como un valor y no como un costo del desarrollo; un convencimiento duramente aprendido de que el diálogo y la negociación son la base del éxito; partidos políticos sólidos con ideologías bien definidas; y una política económica realista que reconoció tanto los aciertos como las limitaciones de lo hecho en el pasado.  Nótese que la política económica es solo uno de los factores que explica el éxito chileno.  Sin una institucionalidad creada al amparo de un Estado fuerte, democrático y republicano, no hubiera sido posible orientar esta política para que favoreciera tanto el crecimiento como el desarrollo social.  

Recientemente recibió gran atención el movimiento estudiantil chileno y sus reivindicaciones de ampliar la educación pública y gratuita.  La protesta salió a la calle y tuvo un amplio apoyo social.    La elección del gobierno de Michelle Bachelet para que se le diera más atención a la igualdad y no solo al crecimiento económico fue parte de la respuesta política a esta crisis, y entre las primeras acciones del Gobierno estuvo la aprobación de una reforma fiscal para generar los recursos para financiar la ampliación de la educación pública.  El poder Legislativo chileno también cambió: fueron elegidos varios dirigentes estudiantiles como parte del nuevo Congreso, y la mayoría de las fuerzas políticas, de izquierda y de derecha, se han inclinado a favor de un proceso de reforma educativa que todavía se está definiendo.  Ojalá tuviéramos en Guatemala esa capacidad de reclamo y de respuesta.

La historia del Estado chileno también está marcada por la guerra del Pacífico, en que el Ejército chileno derrotó a Perú y Ecuador en el siglo XIX.  Lima fue ocupada transitoriamente y Bolivia perdió el acceso al mar.  No sería extraño que el actual gobierno chileno buscara apoyo frente a las reivindicaciones de Bolivia, que ahora busca contar con acceso al mar.   El derecho internacional debiera ser la guía para resolver este conflicto.

fuentesknight@yahoo.com

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