Revista D

Tercero y sexto ¡casi aprobados!

El país mejoró significativamente los punteos en Matemática y Lectura, según la última medición de la Unesco.

Estudiantes de sexto grado del Colegio Guatemalteco Bilingüe durante una  clase de matemática. (Foto Prensa Libre: Álvaro Interiano)

Estudiantes de sexto grado del Colegio Guatemalteco Bilingüe durante una clase de matemática. (Foto Prensa Libre: Álvaro Interiano)

Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso aprendemos siempre”, eso solía afirmar el pedagogo brasileño Paulo Freire,    propulsor de la Pedagogía de la esperanza, la cual asegura que el conocimiento  está siempre en constante construcción.

 Guatemala mejoró de manera significativa las puntuaciones en Matemática y Lectura,  aunque todavía por debajo del promedio de  América Latina,  según indica  el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (Terce), de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Es considerado como  la evaluación de desempeño más importante de los estudiantes de tercero y sexto grados  en el área.

¿Aprendemos diferente?

El Currículum Nacional Base (CNB) es el proyecto educativo que rige a todo el país. Su fundamento descansa  en que el aprendizaje es “un proceso de elaboración, en el sentido de que el estudiante selecciona, organiza y transforma la información que recibe, estableciendo relaciones entre dicha información y sus ideas o conocimientos  que lo conducen, necesariamente, a generar cambios en el significado de la experiencia”.

 Aunque se integra  de competencias, indicadores de logros, y los contenidos son los mismos  para todos los estudiantes guatemaltecos, también es cierto que  el proceso educativo varía de acuerdo a las condiciones sociales, económicas, étnicas y geográficas de la comunidad educativa.

    “Los factores socioeconómicos, la actitud positiva del docente y la innovación pesan mucho en el aprendizaje especialmente durante los primeros años. Existen metodologías diversas y exitosas pero no se generalizan”, explica el pedagogo Mario Rodríguez, jefe del departamento de Educación del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos.

Descargue el PDF del Estudio Terce con los resultados

A deletrear se ha dicho

 Las experiencias de algunos  estudiantes   de tres establecimientos educativos ubicados en   diferentes puntos del país  ayudan a entender cómo se está construyendo ese conocimiento del que habla Freire.

  A 264 kilómetros de la capital,  Keiry López estudia Quinto grado de primaria en el Centro de Desarrollo Infantil Bella Primavera, en la cabecera de Huehuetenango. Hace dos años se sometió a la prueba Terce.

Cada año, desde  tercero  se ha preparado para el concurso  más importante de su establecimiento: deletreo. De esa cuenta todo los ciclos investiga el significado de  700 a mil nuevas palabras, aplica su significado en ejercicios de redacción y,  en septiembre participa en esta competencia.

En este colegio se aprende  a leer, a diferencia de otros  de su mismo contexto, con el método Minjares. Este  trata de integrar el aprendizaje de la lecto-escritura al conjunto de actividades del niño, en la escuela y en la vida. Es considerado como método global, ya que utiliza todas las experiencias que el niño obtiene.

En  Retalhuleu, Joaquín Velásquez,  de la  escuela rural mixta Herlinda Calderón de Avelar, otro de los establecimientos que fueron evaluados por el Terce, leerá tan solo 15 minutos diarios como parte del Programa Nacional Leamos Juntos, que incluye rotafolios, megalibros,  cuenta cuentos, un rincón de lectura en su aula y también en la dirección.

Aunque el programa es bueno no se compara con el empleado, por ejemplo, en Bella Primavera, en el que, además, cuentan con una maestra especialista en esta materia.

Los resultados del Terce a nivel nacional en Lectura, no obstante, reflejaron que  el punteo de los estudiantes de   tercero fue de 494.86. El promedio de los países de la región fue de 509.73.

Estimular la lectura ha sido crucial, por eso ha sido vital la  entrega de libros de texto, cuadernos de trabajo y  el aumento obligatorio de las horas de lectura, asegura el viceministro de calidad educativa, Eligio Sic. Pero reconoce que este es el fruto de un ejercicio continuo que comenzó casi una década atrás.

 Para diseñar las pruebas del Terce un grupo de expertos de América Latina buscó elementos comunes de los currículum escolares en Matemática, Lenguaje y Ciencias Naturales, de toda la región.

Para cada grado hay cuatro niveles de desempeño. En el nivel 1 se agrupan las tareas más fáciles y en el 4 las más difíciles. Según los resultados del Terce, 65 niños guatemaltecos de tercero primaria, de cada cien que se sometieron a la prueba de lectura,   se situaron en los niveles intermedios 2 y 3.

La mala noticia es que únicamente dos de cada cien escolares    alcanzaron el nivel 4   de excelencia. En tanto que, la tendencia natural de la región fue avanzar a ese nivel, reconoce el viceministro de calidad educativa.

En sexto grado, 70 por ciento de los colegiales se posesionaron en los niveles intermedios 2 y 3. Solo  el  8 por ciento llegó al máximo.

Cuánto contamos

“Tres al cubo”, responde Rodrigo, “Cinco al cuadrado”, le sigue Sebastián. En la clase de Sexto “B” del colegio Guatemalteco Bilingue las respuestas de la tarea de Matemática del día anterior se dan vertiginosamente.

Entre las filas de las 29 mesas  no hay  rostros de aflicción y no falta quien se ría por haber errado uno de los 38 resultados. Estudian en un colegio con uno de los mejores resultados en Matemática a nivel nacional.

 Su maestra Leslie Nitsch coloca el título en el pizarrón de la clase del día “Potencias y exponentes”. En realidad más allá de unos conceptos básicos a través del diálogo continuo serán los chicos quienes harán la clase.

 Todos los grados anteriores,  han aprendido con el libro Harcourt, utilizado en escuelas de Estados Unidos, el cual  tiene un costo tan elevado que el colegio lo alquila.

 Los estudiantes cuentan, además, con cuadernos de reforzamiento, de práctica diaria, otro exclusivo para la solución de problemas y uno más de “desafíos” para los que demuestran mayores habilidades. El de sexto grado, por ejemplo, incluye la resolución de acertijos matemáticos. “Cada quien aprende a su propio ritmo”, explica la profesora.

Las evaluaciones son de selección múltiple y no van más allá de una docena de cuestionamientos.

Estos estudiantes, que reciben la mitad de sus clases en inglés, aprendieron el año pasado sobre la clasificación de ángulos  y operaciones aplicadas. Cantaron, escribieron  poemas, rimaron los nombres de los ángulos y diseñaron modelos en clase de artes plásticas.

“El secreto es la creatividad y la práctica diaria”, afirma la coordinadora Lucy de Aragón.

Pero los estudiantes de una escuela pública del mismo grado verán este punto hasta en  la primera unidad  de este año.

  En el Terce, los estudiantes de tercero  en Matemática  obtuvieron 457.10 puntos de un promedio de América Latina de 500.69 y los de sexto 455.81 en relación a la media de 487.98.

Los resultados también reflejaron que 45 de cada cien niños de tercero primaria se situaron en los niveles intermedios y apenas un 6 por ciento tuvo un rendimiento excelente. De cada cien niños de sexto, 78 se situaron en la media. Menos del 5 alcanzó el  máximo.

¿Cómo medimos el Conocimiento?

El Terce en su nivel inferior, el número uno, toma en cuenta destrezas como localizar información con un solo significado en un lugar destacado en el texto, en el caso de una prueba de lectura, ó reconocer la relación de orden entre números naturales y cuerpos geométricos, en Matemática.

Gradualmente, en los otros niveles se incluyen preguntas y situaciones en las pruebas que requieren procesos cognitivos más complejos. “En el nivel 4  se examinan habilidades como integrar, jerarquizar y generalizar información en un  texto, reponer información no explícita”, en el caso de  Lectura, explica el informe de Unesco, 

En Matemática resolver cálculos que combinan las cuatro operaciones básicas y en Ciencias Naturales utilizar y transferir conocimientos científicos que requieren de un alto grado de abstracción”, agrega.

Nosotros y los otros

En términos generales, en América Latina el 8 por ciento de los estudiantes alcanzó el nivel máximo en las pruebas. De cien participantes chilenos, 35 demostraron un rendimiento óptimo, seguidos por los costarricenses (26). Un poco más abajo quedaron los mexicanos y uruguayos (22).

El  Terce refleja que los resultados de Guatemala son similares en lectura de tercero primaria con Honduras, Nicaragua, Ecuador, Perú y Paraguay. 

En tanto que el rendimiento en lectura de sexto  es comparable con Nicaragua, Panamá y Ecuador.

 Todos estos países tienen en común que forman parte del grupo  que se acerca a la media, pero que están aún debajo, explica Lucía Verdugo, experta de Unesco en Guatemala.

   Los estudiantes de tercero primaria tienen rendimientos parecidos en Matemática con los de Panamá, Nicaragua y Ecuador, agrega Verdugo.

Rendimiento versus inversión    

El rendimiento se obtiene pese a que todos los demás países participantes en el estudio invierten por encima del 2.8 por ciento  en educación con relación al Producto Interno Bruto (PIB). “Guatemala lleva así los últimos 30 años”, lamenta Sic.

Los resultados  mejoraron indiscutiblemente en tercero y sexto primaria. No obstante, en el 2012 solo 7.3 por ciento de los graduandos alcanzó el logró en Matemática y 24.4 aprobó en Lectura, destaca el informe Financiamiento de la Calidad de la Educación, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).

La investigación, presentada durante el Encuentro Nacional de la Calidad de la Educación, en diciembre pasado, reflejó que hay falencias en la distribución del Presupuesto para el 2015, destinados a Educación, de  Q12 mil 275 millones 957,996.00

    Para atender las metas de educación bilingüe, la cobertura de 125 municipios más pobres y la formación docentes se requiere al menos 2.6 por ciento del PIB, adicionales a los 3.15 que se pretenden utilizar este año en Educación, explica el economista Enrique Maldonado, autor del Informe del Icefi.

El número de estudiantes que reciben alimentación escolar se reducirá de 2.7 millones del 2014 a 2.5 millones este año.

El año anterior fueron entregados 7.8 millones de libros de texto, pero en 2015 solamente se proporcionarán 4.6 millones, según el Icefi.

 En 2012, fueron invertidos Q 81 millones en compra de libros, en 2013, Q37 millones y el año pasado Q 21 millones, según cifras del portal de transparencia fiscal, citadas por Maldonado.

 El único rubro que aumentará será el de las 104 mil 500 valijas didácticas —3 mil más que el ciclo anterior—. Los datos, explica Maldonado, se obtienen de estadísticos del 2014 y se confrontan con las metas del 2015.

La segunda parte de la evaluación del Terce, que se presentará en abril, responderá en qué circunstancias ocurre este aprendizaje; si estudiantes con mayor o menor ingreso tienen mejor instrucción; si el tamaño del aula influye, cuánto contribuye el estilo pedagógico del maestro y el liderazgo del director; el uso de computadoras y alimentación, así lo explica Moritz Bilagher  especialista de Programa (Monitoreo y Evaluación) en Unesco con sede en Santiago, Chile.

“En el caso de Guatemala hay saltos significativos, y aún hay sorpresas”, adelanta el experto.

Con información de Mike Castillo y Jorge Tizol

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