Los cambios se producen aproximadamente una vez cada millón de años, y el último tuvo lugar hace unos 800 mil años. Sin embargo, es imposible predecirlo con exactitud, debido a que las inversiones tienen carácter casual.
Según él, el cambio de polos podría conducir a un colapso de la civilización. El campo magnético del planeta se debilitaría en varias docenas de veces, lo que daría lugar a una serie de problemas: Dejaría de generarse electricidad, la ionosfera quedaría destruida y la radiación cósmica podría alcanzar la superficie de la tierra. Los científicos añaden que los móviles e Internet dejarían de funcionar correctamente.
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Ante estos posibles peligros globales, los científicos siberianos hacen un llamamiento a unir esfuerzos. Según Dobretsov, se impone desarrollar un programa estatal de medidas a largo plazo para la protección de la humanidad. Asimismo, considera necesario fortalecer la vigilancia del estado del campo magnético de la Tierra, lo que se puede hacer en la Antártida, una zona más apropiada para su vigilancia.
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