Estos menores no forman parte de la fuerte ola de niños centroamericanos no acompañados que cruzaron la frontera entre México y Estados Unidos este año, huyendo de la pobreza y violencia en sus países de origen. La mayoría de menores que llegaron recientemente tienen sus casos abiertos aún en las cortes migratorias.
Muchos de los expulsados a través de los años son deportados a raíz de la decisión de un juez que no obtuvo suficientes pruebas para garantizar asilo o algún otro estatus de protección, señalan los expertos.
“Probablemente muchos de estos niños no contaban con un abogado” , opinó Eve Stotland, directora de los servicios legales de The Door, una organización con sede en Nueva York que defiende a menores en las cortes migratorias. “Hay muchas más posibilidades de que los menores ganen sus casos si cuentan con un abogado” .
Las deportaciones de menores son distintas de las de adultos: se realizan solamente de día y un funcionario del gobierno del país receptor debe registrar la transferencia con su firma, señaló la policía de Inmigración y Control de Aduanas ICE. Por otro lado, se ofrece al menor la oportunidad de comunicarse con un funcionario de su consulado antes del viaje de regreso y si se trata de hermanos, se intenta asegurar que viajen juntos.
“ICE reconoce que los menores no acompañados son una población especialmente vulnerable y que deben ser repatriados con cuidado y una consideración especial” , dijo Bárbara González, asesora de ICE para América Latina.
La cifra de menores deportados no ha variado mucho en los últimos tres años: en el año fiscal 2012 fueron 1.809 y en el año fiscal 2013 fueron 1.868, según datos ofrecidos por ICE.
La agencia señaló que estos menores son personas de hasta 17 años de edad, incluyendo a jóvenes de 18 años o más en el momento de ser deportados pero que fueron identificados como menores cuando fueron arrestados por las autoridades.
La cifra de menores expulsados es pequeña comparada con el total de deportaciones llevadas a cabo por ICE en el año fiscal 2014 y que llegó a las 315 mil 943. La cifra es asimismo menor al total de deportaciones anunciado el año pasado: 368.644.
Pocos padres deciden regresar a sus países de origen si sus hijos son deportados, opinó Stotland, que agregó que los menores empezaron a llegar a Estados Unidos en mayor cantidad a partir del 2011.
Cuando son deportados quedan a cargo de familiares o amigos o el gobierno del país de origen se encarga de ellos.
“Me preocupa mucho el bienestar de estos niños. Muchos huyeron por un motivo concreto” , señaló Stotland. “Los servicios de atención social en sus países de origen son muy inadecuados”.
Una ley del 2008 protege de la deportación inmediata a menores que provienen de países no contiguos con Estados Unidos, incluyendo entonces a Centroamérica. Stotland dijo que los menores mexicanos deportados pudieron probablemente demostrar que tenían miedo de regresar a México y obtuvieron así una cita con un juez.
Las deportaciones de menores mexicanos siguen las pautas de acuerdos entre el gobierno estadounidense y el mexicano.
“El Gobierno de México, a través de la red consular en Estados Unidos, le da puntual y oportuna atención y seguimiento a los casos de los menores mexicanos no acompañados en coordinación con las autoridades migratorias y las organizaciones que atienden esta problemática, en el proceso de repatriación segura y ordenada con el propósito de lograr la reunificación familiar” , señaló el consulado de México en Nueva York, en una declaración.
El presidente estadounidense Barack Obama anunció recientemente medidas que protegerán de la deportación a ciertos inmigrantes no autorizados, aunque las nuevas normativas no incluyen a menores no acompañados.