En arresto domiciliario hasta el 15 de febrero, Navalny fue brevemente detenido el martes por la tarde cuando se dirigía a una manifestación organizada por sus simpatizantes bajo las murallas del Kremlin.
“Sí, el arresto domiciliario sigue vigente, pero hoy tengo demasiadas ganas de estar con vosotros. Por eso yo también voy a la manifestación”, anunció en su cuenta de Twitter.
El Servicio de Ejecución de Penas (Fsin) depositó el miércoles una demanda por “violación del arresto domiciliario” ante la justicia rusa, que se negó a examinarlo, según un portavoz citado por la agencia de prensa Ria Novosti.
El carismático bloguero y opositor instó el martes a sus partidarios a salir a la calle para “destruir” el régimen del presidente Vladimir Putin después de ser condenado a tres años y medio de cárcel por la justicia rusa, que impuso la misma pena a su hermano Oleg, aunque en su caso la sentencia era firme.
Unas un mil 500 personas respondieron a su llamamiento a pesar de la fuerte presencia de las fuerzas del orden, y un centenar de manifestantes fueron detenidos, según la policía.