Pero expertos de Suiza y Bélgica están interesados en un nuevo método. Calificando el movimiento como “la señal universal de la vida”, intentan sentir los minúsculos movimientos que provocan todas las formas de vida.
Los científicos ya han comenzado a explorar la posibilidad de buscar vida extraterrestre con un detector sensible a vibraciones de organismos microscópicos como bacterias y levadura.
“El detector de nanomovimiento permite estudiar la vida desde una nueva perspectiva: la vida es movimiento”, dijo Giovanni Longo, principal autor del trabajo, publicado en los Anales de la Academia Nacional de las Ciencias, una revista especializada de Estados Unidos donde los artículos son confrontados por los pares.
Longo, científico de la Ecole Polytechnique Federale de Lausana, en Suiza, y sus colegas del Vlaams Instituut voor Biotechnologie, en Bélgica, elaboraron un instrumento menor a un milímetro que puede sentir los más mínimos movimientos en nanoescala. Lo probaron con varias formas de vida como la bacteria E coli, la levadura, células humanas, de plantas y de ratones.
En todos los casos, cuando los organismos vivos eran colocados cerca del sensor, “producían un aumento en la amplitud de las fluctuaciones”, señaló el estudio. “Este sistema de detección puede ser utilizado como un detector de vida sencillo, extremadamente sensible y eficiente”, agregó.
Un prototipo costaría menos de US$10 mil, usaría muy poca batería y cabe en un contenedor de 20×20 centímetros.
Si bien el equipo aún no ha sido presentado a la Nasa ni a la Agencia Espacial Europea, los científicos están trabajando para formular una propuesta que facilite la colocación de este equipo en el espacio a través de una nave o un orbitador que esté a la caza de vida extraterreste, dijo Longo.
Además, el sensor podría ser utilizado para detectar formas de vida en áreas difíciles de medir en la Tierra, como volcanes y el fondo de los océanos, añadió.
No obstante, podrían pasar años antes de que pueda ser probado en el espacio. “Nada es ‘simple’ en lo que concierne a la exploración espacial”, dijo Ariel Anbar, profesor de la Escuela de Exploración Espacial y Terrestre en la Universidad del Estado de Arizona.
De todas formas, el experto -que no estuvo involucrado en el estudio- definió este detector como “refrescante” y el concepto, como “fundamentalmente, una nueva idea”.
“La detección de movimiento en esa escala nunca había sido intentada como una forma de buscar vida extraterrestre”, dijo Anbar a la AFP. “Podría valer la pena integrarla a futuras misiones”, agregó.