Metas estimulantes
Primero hay que saber elegir propósitos. Trazarnos metas que realmente nos estimulen, ya que de esto depende el éxito. Es necesario pensar cosas que queremos alcanzar y no sugerencias o presiones de familiares y amigos.
Evitar ser radicales
Otro error común es decir “no voy a”. Es muy difícil cumplir un objetivo que implique eliminar un hábito totalmente, por lo que optar por reducir un porcentaje considerable es lo ideal.
¿En grupo?
“La unión hace la fuerza”, reza un dicho popular. Esto puede ser efectivo si encontramos una o más personas que tengan el mismo interés. Si queremos conseguir un objetivo en grupo, todos los involucrados están obligados a dar ánimo y velar porque todos lo logren.
Cambiar de meta
Muchos individuos arrastran sus propósitos por muchos años. Esto significa que se proponen lo mismo todos los años. Es conveniente meditar y preguntarse: “¿Por qué he fallado?”. Luego de responder esa pregunta, lo más lógico es cambiar la meta.
Fuerza de voluntad
Sin importar el objetivo que tengamos en mente, es conveniente tomar en cuenta que no será una tarea fácil, por lo que la fuerza de voluntad se convertirá en el ingrediente principal que ayudará a cumplir la meta.