“Una bendición finalmente casarnos”, declaró la pareja al término de su boda religiosa.
Cecilia y Hugo mantienen una relación desde hace 18 años, tiempo en el que procrearon cinco hijos, todos ellos ciudadanos estadounidenses y cuyas edades oscilan entre los 8 y 17 años.
Velazco, de 43 años, fue detenido hace dos años por manejar un vehículo con placas vencidas y cuando las autoridades revisaron sus datos se percataron de que tenía una deportación previa, por lo que nuevamente fue devuelto a México.
La pareja argumenta que se les hizo creer que firmar una salida voluntaria era la mejor opción, dado que tanto la mujer como los cinco hijos son ciudadanos estadounidenses, pero una vez fuera del país se dieron cuenta de que Velazco no podría regresar por lo menos en diez años.
“Estamos luchando y haciendo todo lo posible para que él pueda regresar a casa con nosotros” , dijo a Efe Cecilia García, de 39 años.
“Gracias a Dios yo puedo venir, pero hay familias que no pueden hacerlo, no tienen esa suerte de venir a México a visitar a su familia”, agregó la mujer, también integrante de la organización Familia Latina Unida.
Señaló que sus hijos han sufrido mucho desde que su padre fue deportado, y lamentó que sean miles las familias que atraviesan por esta situación.
“Esto es terrible, están separando muchas familias”, se lamentó.
Pese a que su esposo no califica para el alivio migratorio que anunció el presidente de EE.UU., Barack Obama, semanas atrás, debido a su deportación previa, la pareja sigue luchando para reunirse y la boda es un primer paso.
“Para tratar de pedirlo a él, uno de los requisitos es que tenemos que estar legalmente casados”, mencionó García.Cecilia y Hugo contrajeron nupcias por vía civil el pasado viernes, pero organizaciones como Ángeles de la Frontera les propusieron celebrar una ceremonia religiosa en el parque que divide San Diego y Tijuana, al que acudieron decenas de personas a ambos lados de la frontera.
“Estoy muy emocionado, yo siempre me quise casar, tratamos tres veces allá, pero los abogados me dijeron que podía tener problemas y me recomendaron no hacerlo”, indicó Velazco.
El esposo, una vez en México, se asentó en Aguascalientes, de donde es originario, y vive en Tijuana, a la espera de poder regresar a Chicago con su familia.
“Esperamos algún día estar juntos para Navidad, pero allá en Estados Unidos”, afirmó.