Precauciones
La mayoría de quemaduras son causadas por no prever lo que pueda ocurrir; por ejemplo, cuando el niño manipula pirotécnica sin la supervisión de un adulto o cuando al pequeño no se le restringe el acceso a la cocina al momento de preparar los alimentos, explicó Sarazúa.
Los paramédicos Vinicio Sarazúa y Daniel Matamoros muestran cómo auxiliar al herido por quemadura. (Foto Prensa Libre: Brenda Martinez)
“Los niños tienen mucha curiosidad y siempre quieren ver qué hay dentro de la olla con alimentos que se están cocinando o cómo pueden ayudar a cocinar, sin tener conciencia de los peligros que puedan ocurrir”, dijo Sarazúa. Los padres deben explicarles cuáles son los riesgos a los que pueden verse expuestos y no solo decirles “no”.
Los adultos también pueden resultar heridos por el fuego, pese a las constantes advertencias que hacen los cuerpos de socorro.
Si la quemadura es leve, se puede asistir al herido en casa irrigando la zona únicamente con agua; hay que prescindir de otras sustancias o elementos (carne, tomate, pasta de dientes) para no complicar la lesión. Si el área afectada es extensa o profunda —quemaduras de tercer grado— se debe llamar de inmediato a los cuerpos de auxilio. La cara, las manos, los pies y los genitales son las áreas más vulnerables al fuego y a las que hay que atender de manera prioritaria, refirió Matamoros. Los paramédicos recordaron evitar hacer llamadas ficticias de auxilio para que no se dejen de atender los incidentes que sí son reales.
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