Estos grupos reclaman la propiedad y demarcación de sus tierras, algunas de ellas bajo administración y uso de empresarios agropecuarios.
Los indígenas aseguran que quieren vivir en unos territorios que, consideran, les pertenecen ancestralmente, desarrollar sus tradiciones y compartirlas con sus descendientes.
“Los indígenas mandamos en nuestras tierras, no Katia Abreu ni el gobierno. El gobierno es gobierno porque los indios lo elegimos. Principalmente Dilma, ella tiene que escuchar a los indios y no a Katia Abreu“, dijo Gercilia, de la comunidad Kraho, a la prensa.
La senadora Katia Abreu es presidenta de la Confederación Nacional Agraria de Brasil (CNA) y, como líder agropecuaria, ha tenido abiertas discrepancias con los indígenas.
“No queremos que ella sea nombrada ministra porque es la primera persona que amenaza los derechos indígenas“, agregó la mujer.
Los indígenas brasileños rechazan una propuesta de enmienda a la Constitución, conocida como PEC 215, que transfiere del Ejecutivo al Legislativo la competencia para demarcar tierras indígenas.
También se oponen a otro proyecto que declara las propiedades de los “ruralistas“, como se conoce a los empresarios agropecuarios, de “relevante interés para el país” y que impide que sus dominios sean consideradas dentro de la demarcación de las tierras indígenas, si es que sus títulos de propiedad son considerados “válidos” .
En Brasil viven 896 mil 900 indígenas de 305 etnias, un 0.4% de la población total de 202 millones.
Varios grupos indígenas han acusado incluso a la administración de Rousseff de paralizar el reconocimiento de sus tierras y han protagonizado grandes protestas en los últimos años.
El actual gobierno reconoció en cuatro años 11 áreas de tierras indígenas que totalizan dos millones de hectáreas.
En los ocho años previos, el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva reconoció 84 áreas con 18 millones de hectáreas.
Y antes que él, el socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) reconoció 141 territorios con 41 millones de hectáreas, según datos de prensa.