“¡Hola al mundo!”, tuiteó la sonda europea (@ESA_Rosetta), al dar sus primeros pasos como personalidad “a seguir” en las redes sociales.
La historia estaba lanzada y el tono fijado: el 2014 sería el de Rosetta, rico en acontecimientos y emociones.
El público se encariñó con estos dos héroes del espacio, Rosetta, la nave espacial madre, y Philae, su pequeño robot, que partió valientemente a la conquista de un territorio inexplorado, la superficie de un cometa.
“Son máquinas, pero son expresión de la inteligencia humana, de lo más adelantado y audaz del ser humano”, analizó el astronauta francés Jean-François Clervoy en una entrevista telefónica con la AFP.
A causa de la distancia que separa su radio de acción de la Tierra, éstos aparatos espaciales acceden a una forma de “autonomía”, facilitando así su personificación. Y la ESA supo sacar provecho.
“Rosetta marca una transición” en la estrategia de comunicación de la Agencia Espacial Europea, “con la voluntad de hacer participar al público”, explicaba recientemente a la AFP Fernando Doblas, jefe del departamento de comunicación de la ESA.
“Vivimos en un mundo en el que la gente ya no quiere recibir la información de manera pasiva. Hay que ser un actor de la información”, destacaba, agregando que la ESA “comprendió perfectamente la importancia de las redes sociales”.
Desde enero, la ESA supo mantener la atención del público al organizar concursos o compartir tuits divertidos, pero también permitiéndole acceder a imágenes inéditas e informaciones científicas en tiempo real.
– ‘zzzzz’ –
Del 9 al 14 de noviembre, las palabras Rosetta y Philae generaron 600.000 tuits, según las estadísticas del sitio Topsy.
“¡Aterrizaje! Ésta es mi nueva dirección: 67P”, tuiteó en 14 idiomas Philae (@Philae2014) para confirmar su aterrizaje.
A lo largo de toda la jornada, los comunicadores de la ESA pusieron en escena en Twitter el diálogo entre Rosetta y Philae, apostando a la personificación y garantizando al público un acceso a la información en tiempo real.
“Tengo frío en la espalda desde que me abandonaste, pero estoy en mejor posición para mirarte. ¡Envíame una postal!”, susurraba Rosetta tras la separación de Philae.
“¡Por fin! Puedo extender mis piernas tras más de diez años. ¡El tren de aterrizaje ha sido desplegado!”, anunció el robot.
Tras el aterrizaje, la saga continuó, y la ESA mantuvo en vilo a los admiradores del pequeño robot, describiendo en detalle su lento letargo a medida que se extenuaba su batería.
“Ahora pierdo mi energía bastante rápidamente”, “tanto trabajo estresante. Estoy cansado”… Hasta el último tuit, que concluye con un “zzzzz”.
El acontecimiento generó una cobertura mediática muy importante, con cerca de 380 medios representados en el Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) en Darmstadt (Alemania).
“La ESA comienza a ser tomada en cuenta y puede sentirse orgullosa porque los proyectos europeos no tienen nada que envidiar a las grandes misiones norteamericanas”, comentó Jean-François Clervoy.
Interrogado acerca del impacto que podría tener el éxito de la pareja Rosetta/Philae sobre la conferencia ministerial de la ESA el 2 de diciembre en Luxemburgo, decisivo para el futuro de la Europa espacial, el astronauta contestó: “No soy un especialista de geopolítica espacial, pero lo que es seguro es que va a contribuir al buen espíritu de los participantes”.