Los afectados señalaron que hubo bajo movimiento comercial, ya que en años anteriores el evento ha generado una gestión económica de hasta Q80 millones, según datos proporcionados por un operador bancario que se instala en el campo de feria.
Jesús Menéndez, ganadero de Jalpatagua, expresó: “La feria es eminentemente ganadera, pero el comité —formado por la municipalidad— solo se enfocó en actividades sociales y descuidó lo relacionado con quienes nos dedicamos a la crianza de vacas y caballos. No vino la cantidad de ganaderos esperada; el año pasado vinieron de Centroamérica, México y Estados Unidos, pero ahora no vinieron ni de todos los municipios de Jutiapa”.
Situación crítica
Óscar Lemus, ganadero jutiapaneco, comentó: “A la desorganización que hubo en el montaje de la feria hay que agregar la crisis económica que vive el país.
Añadió que actualmente una vaca para destace se vende entre Q6 y Q8 la libra. Por un ejemplar que pesa 300 libras no pagan más de Q2 mil 400, cuando en años anteriores se vendía hasta por Q3 mil 600; lo mismo sucede con los ejemplares para producción de leche, pues no las pagan a más de Q2 mil 500.
Lemus dijo que la venta de caballos ha decaído en 80 por ciento. “Pocos compraron ejemplares pura sangre, y los criollos están por debajo de su precio normal”, lamentó.
Pero si los ganaderos toman en cuenta la difícil situación económica del país, no descartan la falta de protagonismo de la comuna.
Otto González, presidente de la Asociación de Ganaderos de Jutiapa, indicó que el ayuntamiento no los tomó en cuenta ni organizó actividades propias para este sector.
Refirió que la asociación organizó por su cuenta talleres sobre inseminación artificial, producción lechera y de alimentación.
González relató que el año pasado sí contaron con apoyo de la municipalidad, comité de feria y Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación.
Anomalías
Los ganaderos también se quejaron del cobro de Q1 mil 500 por el uso de corral —de tres por cinco metros cada uno—, pues no les extendieron recibo emitido por la Contraloría General de Cuentas, (63-A), y de que a varios expositores los obligaron a depositar el dinero de ese arbitrio en cuentas personales de una concejal y una síndico.
Un auditor manifestó que cualquier vecino puede denunciar estas anomalías en la Contraloría General de Cuentas, para que se abra una investigación.
El alcalde, Basilio Cordero, informó que se utilizan cuentas de miembros de la corporación porque el banco no autorizó la apertura de una cuenta a nombre del comité de la feria.
Sobre el resto de señalamientos, el funcionario se negó a dar información porque afirmó que lo hará hoy, tras la conclusión de la actividad.