Marea roja
Algunos lo han llamado la ola roja —por el color con que se representa al Partido Republicano en los mapas—, el tsunami rojo o, como yo prefiero denominarlo, la marea roja.
Indistintamente de la preferencia que cualquiera tenga con relación a los partidos políticos en Estados Unidos, lo importante aquí es que la influencia principal para el resultado obtenido el martes fue el desencanto de la ciudadanía con la administración del presidente Obama. Nadie creo que lo niega. Ni siquiera los republicanos, que admiten que hicieron de la animadversión hacia el presidente el foco de sus campañas. En pocas palabras, más que una victoria de los republicanos, esta es una derrota de Barack Obama.
¿Y por qué es importante esto para nosotros? Por el hecho de que el sistema en Estados Unidos, que establece esta votación para elegir a toda la Cámara Baja del legislativo y una tercera parte de la Cámara Alta, permite a la ciudadanía rectificar la decisión que tomara dos años atrás.
Recordemos que en la elección pasada Obama fue reelecto y su partido logró conservar la mayoría en el Senado. En ese momento, la ciudadanía todavía consideraba que Obama era una buena elección. Dos años después, muchos están desencantados, y en esta elección prefirieron votar por los republicanos, dándoles mayoría en ambas cámaras del legislativo y la gobernación de la mayoría de los estados. En efecto, dejaron a Obama con las manos atadas por los próximos dos años.
¿No sería genial que en Guatemala los votantes tuviésemos la oportunidad de rectificar, en caso de que no estemos de acuerdo en el camino que están tomando los gobernantes? Si tuviésemos esa oportunidad hubiésemos podido evitarnos muchos problemas en casi todos los gobiernos anteriores. Quizá no estaríamos tampoco en el triste momento actual, donde vemos cómo un gobierno cada vez peor que el anterior encamina al país al desfiladero sin que podamos evitarlo.
Por otro lado, creo que también podemos aprender del sinnúmero de propuestas sobre las cuales votaron los estadounidenses. En algunos estados se votó sobre la legalización de la marihuana, en otros sobre la aprobación de bonos para financiar obras, así como muchos otros temas. Lo importante es el hecho de que la ciudadanía tiene voz y voto sobre las decisiones que le van a afectar, no solo a la hora de elegir “representantes”. ¿Por qué no hacer lo mismo aquí?
@jjliber