Técnicamente no se quedó con la victoria en el séptimo partido, que le correspondió al relevista zurdo Jeremy Affeldt (0-1) , pero Bumgarner, que logró el rescate, fue simplemente el único ganador real que hubo entre los lanzadores y gracias a él los Gigantes tienen su tercer título de la Serie Mundial en cinco años.
Bumgarner no había conocido la derrota en los “Clásicos de Otoño del 2010 y 2012, lo que a sus 25 años era ya toda una hazaña, pero le falta engrandecer aun más su figura y esta vez alcanzó lo majestuoso.
Simplemente fue el único culpable y verdugo de que los Reales no estén ahora disfrutando de su primer título de la Serie Mundial desde que lo ganasen en 1985, pero les quedó el consuelo que como equipo fueron tan buenos o mejores que los Gigantes, pero ante Bumgarner nadie hubiese sido capaz de hacerle contacto a los lanzamientos que realizó desde el montículo.
Bumgarner estuvo intratable desde que ganó el primer juego (7-1), sólo cedió un jonrón solitario al receptor venezolano Salvador Pérez, que luego se vengaría al ser al último que dejo ” out”para comenzar a celebrar el tercer título de campeones.
Luego logró blanqueada de 5-0 en el quinto tras lanzar la ruta completa con 117 envíos que hizo al receptor y salió en el quinto del séptimo para hacer otros 68 sin permitir anotación, que lo dejaron con 0.43 de promedio de efectividad.