El número de capturas del 2014 supera incluso al total de detenciones en los cinco años fiscales previos desde el 2009, que suman de 16 mil 100.
Aunque sectores sociales consideran que las falsas expectativas que generó la probabilidad de aprobación de una reforma migratoria en EE. UU., sumada a las campañas de desinformación que sobre esta levantaron bandas de traficantes de personas y la necesidad de reunificación familiar, sostienen que las precarias condiciones socioeconómicas de país son el principal motivo del incremento de la migración irregular de menores hacia la nación del norte.
Alejandra Vásquez, vicepresidenta de la Comisión Nacional contra el Maltrato Infantil, expuso que la niñez se ve obligada a buscar alternativas de sobrevivencia en otros países para mejorar su situación de vida.
“Como población o como Estado de alguna manera estamos diciéndoles a los niños ‘váyanse porque en Guatemala no tienen acceso a satisfacer sus necesidades básicas'”, afirmó Vásquez.
La activista recordó que en muchos hogares de la provincia los adolescentes son los responsables del sostenimiento del hogar, por lo cual buscan recursos económicos fuera del país, y muchos de ellos laboran en México, donde son explotados con extensas jornadas de trabajo y salarios mínimos.
“Cada día se agudiza más la problemática y debe ser una preocupación nacional para analizar qué estrategias se pueden implementar para retener en el país a los niños y jóvenes”, refirió Vásquez.
Temen discriminación
El temor de otros sectores sociales no es solo el incremento de la migración infantil sin acompañamiento, sino el trato que estos puedan recibir en EE. UU., ya que, debido a la crisis humanitaria que se generó en aquel país a mediados de este año, las comunidades estadounidenses ahora ven con desconfianza al migrante hispano.
“Nos preocupa un incremento de las prácticas de discriminación, racismo y xenofobia en las comunidades receptoras de migrantes, debido a que por el ‘boom’ de la migración infantil los Estados —en EE. UU.— han impulsado el concepto de comunidades seguras y ven al migrante como un criminal, y si es niño, como pandilleros, expandilleros, niños enfermos o con problemas”, afirmó Carol Girón, de la Pastoral de Movilidad Humana de la Iglesia Católica.
Girón añadió que, aunque es posible que exista una tendencia a la disminución de la migración irregular de menores hacia EE. UU., esto no obedecerá a una mejora de sus condiciones de vida, sino a las políticas de control y seguridad que los países de la región implementarán por presiones de aquella nación.
LEGISLATIVO
Migración seguirá
El presidente de la Comisión del Migrante del Congreso, Jean Paul Briere, indicó que reducir la migración irregular de menores es una tarea que no será de corto plazo.
“Mientras existan mejores oportunidades en otros países, las migraciones ilegales seguirán”, expuso el legislador, quien afirmó que conseguir el desarrollo del país “no es un tema de seis meses, sino que puede llevar años”.
ANÁLISIS
Cambiar modelo
Danilo Rivera, analista del Instituto Centroamericano de Estudios Sociales y Desarrollo, expuso que el modelo de desarrollo en Guatemala ha estado basado en la desigualdad, la falta de oportunidades y la extrema pobreza, que afectan a la mayoría de personas.
“La migración ilegal es producto de ese modelo de desarrollo, y si no entramos a discutir uno nuevo no vamos a resolver el tema de las migraciones ilegales”, expuso el experto.
CRISIS HUMANITARIA
La migración ilegal de niños generó una emergencia.
El presidente de EE. UU., Barack Obama, declaró crisis humanitaria en junio por el alza de la migración infantil.
En el mismo mes, el vicepresidente de EE. UU., Joe Biden, exigió al país acciones para frenar la migración y advirtió de que los niños serían deportados.
A la fecha la amenaza no se cumple, ya que la gran mayoría de los menores permanecen en aquel país.