Entre las ideas, una de las sugerencias fue “movilizar a todas las mujeres de Sudán del Sur para que les nieguen a sus maridos sus derechos conyugales hasta que estos logren que se establezca la paz“.
Otras de las propuestas fue facilitar un encuentro entre las esposas del presidente Salva Kiir y la de su rival, el ex-vicepresidente y ahora jefe rebelde Riek Machar, para “pedirles que se unan a la vía de la paz y la reconciliación presionando a sus maridos para que paren la guerra” .
Miles de personas han sido asesinadas y casi dos millones han debido huir de sus hogares escapando por igual a las tropas gubernamentales y a los rebeldes, mientras las masacres de civiles y las violaciones como arma de guerra se están convirtiendo en moneda de cambio habitual en este país nacido en 2011 y envuelto desde finales de 2013 en una guerra fratricida.