Explica que actualmente hay jubilados que reciben desde Q150 hasta Q1 mil 200 mensuales mientras que la canasta básica diaria cuesta, según el Instituto Nacional de Estadística, Q104.
“Muchos no podemos efectuar compras para subsistir porque esa cantidad de dinero no alcanza para nada” dijo Herrera.
Añadió que la problemática se agudiza cuando los afectados llegan a una edad superior a los 60 años pues es difícil encontrar empleo.
Magda Lilian Cano Ochoa, otra afectada, dijo que buscan que se reforme la ley de clases pasivas en el Congreso para beneficiar a los jubilados que durante su juventud dedicaron tiempo para servir a la población en instituciones gubernamentales, pero que ahora se encuentran olvidados.
Los manifestantes entregaron un pliego de peticiones al gobernador departamental, Keneth Mérida, para que este lo traslade a las instancias correspondientes.