El café es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo y su consumo se ha incrementado cada año en un 1 por ciento desde la década de 1980. Muchos estudios ya habían encontrado una asociación entre el consumo de café y un menor riesgo de desarrollar diabetes, enfermedad cardiovascular, enfermedad de hígado graso no alcohólica, cirrosis y cáncer de hígado, según el sitio abc.es
“Ya sabíamos que el consumo de café podía tener un posible efecto protector sobre el hígado. Sin embargo, la evidencia no estaba claro si dicho beneficio se podía extender también al café descafeinado”, explica el investigador principal, Qian Xiao, del Instituto Nacional del Cáncer en Bethesda, (EE.UU.).
Marcadores hepáticos
Ahora en este trabajo los investigadores ha utilizado los datos de la Encuesta Nacional de Salud de Estados Unidos y Nutrición (NHANES, 1999-2010). En total se incluyó a 27 mil 793 participantes, de 20 años de edad o más, quienes proporcionaron información sobre su consumo de café en un período de 24 horas. Además, el equipo midió los niveles sanguíneos de distintos marcadores de la función hepática para determinar la salud de este órgano: incluyendo aminotransferasa (ALT), aminotransferasa (AST), fosfatasa alcalina (ALP) y transaminasa gamma glutamil transferasa (GGT).
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Los resultados mostraron que los participantes que reportaron beber tres o más tazas de café al día tenían menores niveles de ALT, AST, ALP y GGT en comparación con aquellos que no consumen café. Los investigadores también encontraron bajos niveles de estas enzimas hepáticas en los participantes que beben el café descafeinado solo.
“Los hallazgos relacionan el consumo de café, descafeinado o no, con una reducción de los niveles de enzimas hepáticas. Es decir, los datos sugieren que los ingredientes del café, diferentes a la cafeína, pueden promover la salud del hígado“, señala Xiao quien añade que el paso siguiente es llevar a cabo más estudios para identificar estos componentes.