“Tenemos que asegurar que tengan acceso a estos servicios” , dijo Mackler en una conferencia en Brooklyn organizada por la fiscalía de ese territorio.
Al menos 66 mil niños que cruzaron la frontera entre México y Estados Unidos ilegalmente y sin sus padres han sido detenidos por las autoridades estadounidenses entre octubre del 2013 y agosto del 2014, según datos oficiales.
Nueva York es el segundo estado que más menores ha recibido después de Texas, con 4 mil 799 llegados entre el 1 de enero y el 31 de agosto del 2014.
La mayoría de los menores proviene de Honduras, El Salvador y Guatemala y huye de la pobreza y la violencia generada por el narcotráfico y las pandillas.
Mackler y Jojo Annobil, de la organización Legal Aid Society, dijeron que muchos de los niños han experimentado situaciones de violencia en sus países de origen, además de haber recorrido un difícil, largo y peligroso trayecto hasta la frontera sin sus padres.
Algunas de las reacciones que presentan, a veces semanas o meses después de llegar, son pesadillas, irritabilidad, poca concentración, sensación de ser perseguidos y sentimientos de abandono, entre otros, dijeron los expertos.
La mayoría de los menores se han reunido con sus padres o familiares y deben presentarse ante tribunales de inmigración, que podrían ordenar su deportación. Annobil dijo a The Associated Press que, debido a la falta de psicólogos que hablen español, los menores deben esperar más tiempo para que un médico los vea.
La organización Terra Firma, en el Bronx, es una de las pocas en Nueva York que se dedica a ofrecer servicios de salud mental a menores inmigrantes.