Por su alto contenido en proteína y la ausencia de efectos tóxicos, la harina de morro se puede consumir en fórmulas de alto contenido proteínico, explica el estudio Evaluación nutricional del aceite y de la torta de la semilla de jícaro o morro.
La harina preparada con la semilla contiene 54 por ciento de proteína. En sus contenidos de aminoácidos es deficiente en lisina y metionina, pero es rica en triptófano. Este último es de 147 mg, comparado con 103 mg para el huevo y 86 mg para la soya.
Es bueno el morro. (Infografía Prensa Libre: Ástrid Méndez / Investigación: Brenda Martínez)
Por ello, es una fuente potencialmente buena para suplementar otras proteínas deficientes en triptófano como el maíz. Al combinar 10 por ciento de harina de morro con 90 por ciento de maíz, esta planta puede proporcionar parte del aminoácido deficiente, explica la nutricionista Aura Marina Palma, en su estudio Mejoramiento proteico de cuatro preparaciones alimenticias consumidas por los habitantes de tres aldeas de Chiquimula. La pulpa y semilla de morro son fuentes importantes de fósforo, magnesio, zinc y potasio, añade. La semilla contiene 31 por ciento de aceite, cuya calidad es similar al de oliva. Este es de apariencia agradable, está exento de factores tóxicos y su digestibilidad es de casi cien por cien.
PROPIEDADES
El germen de la semilla es una excelente fuente de ácidos grasos insaturados, principalmente de ácido oleico u omega 9 —24.3 g (gramos) por cada 100 g de germen— y de ácido linoleico u omega 6 —7.7 g por cada 100 g de germen—, dice Martínez.
A la horchata que se obtiene de la semilla molida se le puede agregar ingredientes como leche, ajonjolí, canela o maní, refiere la obra Plantas comestibles. Según resultados de su estudio, es factible elaborar harina integral de morro (pulpa más semilla) y harina de semilla de morro, al utilizar tecnología doméstica, explica Palma.
Pero estos no son sus únicos beneficios: de una tonelada de fruto se puede producir 30 litros de etanol, 12 litros de aceite, 88 libras de torta proteica de semilla para consumo humano, 88 libras de pulpa seca para alimento de ganado y 440 libras de cáscara seca para ser utilizada como combustible.
La pulpa se usa solo para remedios caseros, por ejemplo, jarabes para la tos. También se utiliza para alimentar ganado vacuno o equino. Las hojas se usan en infusiones, a las que se les atribuye propiedades terapéuticas. Las cáscaras se emplean como artesanías o recipientes.