El Progreso

Comunidad carece de suficiente agua

Pobladores de La Montañita, Sansare, El Progreso, se quejan ante la falta de agua entubada, pues el tanque de captación es insuficiente para abastecer a todas las familias de esta  comunidad, debido a que son más de 300.

Vecina de La Montañita muestra que no cuentan con servicio de agua entubada. (Foto Prensa Libre: Héctor Contreras)

Vecina de La Montañita muestra que no cuentan con servicio de agua entubada. (Foto Prensa Libre: Héctor Contreras)

SANSARE – Los afectados tienen que abastecerse en un riachuelo ubicado a más de un kilómetro del lugar, así como en un pequeño nacimiento que se encuentra en un finca privada, cuya agua está contaminada debido a que en las cercanías hay  fosas sépticas. Además, este sitio es usado como lavadero público.

Édgar Cisneros Arriola, presidente del comité  de agua del lugar, relató que el tanque de captación con el que cuentan fue construido en 1994, pero ahora es insuficiente porque la población ha crecido.

Detalló que deben sectorizar el abastecimiento de agua. La aldea está dividida en seis sectores, a los que se les turna el servicio.
 
“Cada familia tiene seis horas para llenar depósitos, pero luego debe esperar hasta 15 días para que le vuelva a tocar su turno”, relató Cisneros.

Brenda Muralles, del Consejo Comunitario de Desarrollo, expuso que  debido a que el agua es insuficiente, la población acarrea el líquido, pero la escasez de lluvia durante este invierno ha reducido su cauce.
 
Muralles añadió que han efectuado  numerosas solicitudes y gestiones para que en esa comunidad se pueda construir otro tanque para captación de agua  con mayor capacidad.

Agregó que en la aldea hay dos escuelas. Una, de párvulos, en la que  padres de familia abastecen de agua el depósito para que a los niños no les falte el  líquido y sea utilizado para limpieza de sanitarios, utensilios y corredores.

Entretanto, en la escuela de primaria, se integran grupos de siete estudiantes por cada grado, todos los días, para acarrear el agua.
Los niños tienen que hacer dos viajes cada uno, por más de cien metros, para llevar el agua en tinajas y botes.

La vecina Lucila Morales  calificó de “inhumano” lo que la Municipalidad obliga a hacer a los niños.

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