El ganador se enfrentará con Cianci, un independiente, y con el republicano Dan Harrop el 4 de noviembre.
La contienda de las primarias se centró mayormente en quién tenía más probabilidades de vencer a Cianci, quien pasó 21 años como alcalde de Providence en dos periodos separados que comenzaron en 1975.
Elorza, de 37 años, se crió en Providence, luego que sus padres inmigraron de Guatemala. No ha ocupado cargos públicos electos, pero fue nombrado juez a tiempo parcial en la corte municipal de viviendas.
Elorza ha dicho que es el mejor candidato porque él puede atraer una coalición de apoyo de varias partes de la ciudad, incluyendo los barrios hispanos en el South Side y las áreas acaudaladas en el East Side cerca de Brown, donde Cianci es sumamente impopular.
Jim Maxwell, un matemático, respalda a Elorza. “Yo estaba buscando a alguien que lidie con los retos fiscales que enfrenta la ciudad, quizás alguien fresco”, dijo.
Solomon, de 57 años, ha pasado ocho años en el concejo municipal, la mitad de ellos como presidente. Posee además varios negocios en la capital de Rhode Island, incluyendo el popular restaurante Wes’ Rib House.
Solomon dice que él tiene mayores probabilidades de derrotar a Cianci porque él limpió lo que llama el caos dejado por éste en el sistema municipal de pensiones.
“Rhode Island ha estado sumido en una baja económica durante años y estoy realmente interesado en experiencia y buenas ideas para el líder tanto de la ciudad como del estado”, dijo Dorcas Baker, que trabaja en comunicaciones en le Universidad Brown.
Cianci no trae nada nuevo, dice. “Creo que él tuvo su oportunidad y no veo nada en lo que está haciendo desde que dejó la alcaldía que haya aumentado sus calificaciones”.
En Providence existen casi 11 veces la cantidad de demócratas registrados que republicanos y en años recientes una victoria en las primarias demócratas ha sido una victoria de facto en noviembre, pero el ingreso de Cianci a la contienda ha cambiado las cosas.
Cianci nunca perdió una elección y es aún popular entre muchos residentes, que le dan crédito por revivir el centro de la ciudad. Sin embargo, otros muchos dice que atraería vergüenza a una ciudad que ha dejado atrás sus términos.