Markin facilitó con anterioridad un balance de diez muertos, según “datos preliminares”, y confirmó el balance de representantes de las fuerzas locales de la región de Volgogrado, cerca del inestable Cáucaso ruso.
Diez personas resultaron heridas, según un balance provisional del Ministerio de Situaciones de Emergencia local comunicado por su portavoz, Irina Gogoleva, a la agencia Interfax.
Según las imágenes mostradas por la televisión rusa, la potente explosión destruyó completamente el trolebús.
Otro atentado atribuido a una kamikaze causó 17 muertos el domingo en la misma ciudad, muy frecuentada cuando el fin de semana marcaba el periodo de fiestas para numerosos rusos.
El atentado alimentó los temores acerca de la seguridad de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014, previsto para el próximo febrero en Sochi, estación balnearia situada al pie del Cáucaso.
El ministro del Interior anunció la intensificación de las medidas de seguridad en todas las estaciones y principales aeropuertos del país.
Las autoridades regionales anunciaron la puesta en marcha de un nivel elevado de alerta antiterrorista en la región de Volgogrado para los próximos 15 días.
La rebelión islamista busca instaurar un estado islamista en esa región. Su jefe, Doku Umarov, enemigo número uno del Kremlin, hizo un llamamiento en julio a llevar a cabo ataques para impedir por “todos los medios” los Juegos de Sochi.