Los hijos de propietarios tienden a convertirse en propietarios. El tener un buen rendimiento escolar y meterse en menos problemas conduce a un incremento de las ganancias y a la adquisición de un hogar.
La propiedad de una casa crea mayor estabilidad en el vecindario
La estabilidad de la familia contribuye a la estabilidad que la propiedad de una casa le brinda al vecindario y, a su vez, es realzada por esta. Uno de los argumentos más persistentes a favor de la propiedad de una casa es que los propietarios hacen una mayor inversión económica y emocional en su vecindario y que hay más probabilidades de que lo mantenga y lo mejore. Los propietarios tienen menos cambio residencial, ya que el comprar una casa se ve como una seña del compromiso de una familia de pertenecer a la comunidad, afectando también a los residentes arrendatarios, ya que es menos probable que se muden del vecindario. Los que viven en sus propias casas es más probable que mantengan y mejoren sus propiedades, a diferencia de los dueños ausentes o de sus inquilinos. La propiedad crea un vecindario de más alto nivel.
Por cierto, que la decisión de comprar una casa no es algo para tomar a la ligera porque ser propietario de una vivienda requiere una inversión importante de tiempo, energía y dinero. Su propio lugar, su casa puede ser su castillo y un espacio al cual llamar su lugar en el mundo, aquí experimentará el sentimiento de pertenencia y compromiso que acompaña al hecho de ser dueño de su propia casa. Tal vez necesite más espacio para formar una familia.
Ser dueño de su propia casa puede ser una inversión financiera sólida como también una manera de reducir o ampliar sus obligaciones impositivas.
Cuando usted compra una casa a plazos, las cuotas hipotecarias que paga todos los meses son como un plan de ahorros programados. Con el transcurso del tiempo usted va acumulando gradualmente un capital o el interés de posesión sobre la propiedad que en un futuro podría ofrecer como garantía para tomar un préstamo o también convertirla en dinero en efectivo vendiendo la casa.
Otra de las ventajas de ser dueño de su propia casa es que mientras que por lo general el alquiler va aumentando año a año, el monto principal y la parte correspondiente a los intereses de las cuotas de pago de las hipotecas a “tasa fija” permanecen iguales durante todo el período de repago. De hecho, debido al efecto de la inflación, esto significa que con el transcurso de los años usted paga el mismo monto pero con quetzales más “baratos”. Sin embargo, los impuestos y seguros también forman parte de los pagos mensuales del prestatario y pueden fluctuar. Nota: con una hipoteca a tasa variable, o sobre saldos, la parte correspondiente a los intereses de las cuotas de pago de su hipoteca pueden aumentar cuando se incrementa la tasa de interés y también los pagos son variables.
Otra ventaja es que con el transcurso del tiempo, las casas pueden aumentar de precio o valorizarse. En determinadas zonas del país, no es inusual que una casa que se vendió a Q100 mil hace 15 años hoy tenga un valor mucho más alto. Este incremento de valor (equity) es algo tan bueno para el propietario de la casa como tener dinero en el banco.
Algunas desventajas: la posibilidad de la ejecución hipotecaria, que se produce cuando el prestador vende una propiedad hipotecada (su casa) porque el prestatario (usted) incumple regularmente con los pagos mensuales de su hipoteca o cuando por algún otro motivo incumple los términos y condiciones de su hipoteca.
Además, los propietarios tienen menos movilidad que los inquilinos. Un propietario no se puede mudar de su casa tras notificar debidamente al dueño de la vivienda. ¿Dudas?
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