Una sobrina de García lo identificó; sin embargo, dijo que desconoce el móvil del ataque.
Según vecinos del lugar, el hombre muerto se dedicaba a robar reses en la localidad, la destazaba y luego vendía la carne en Guastatoya.
En el lugar del ataque los fiscales localizaron 8 cascabillos de calibre 9 milímetros, mientras que el cadáver tenía seis balazos.