Scrooge en el 2013

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Y en alusión a esta historia, Scrooge se ha convertido en el idioma inglés, sinónimo de avaro y misántropo, en referencia a los rasgos más característicos del personaje.

Ebenezer Scrooge era un hombre rico y amargado al que solo le interesaba el dinero, incapaz de manifestar algún tipo de sentimiento de compasión por quienes le rodeaban. De corazón duro y egoísta, le disgustaba sobremanera la Navidad. El viejo Scrooge vivía aislado, dedicado únicamente a acumular riquezas, sin importarle el bienestar de los demás. Esa era su triste y solitaria existencia, pero una noche de Navidad es visitado por tres fantasmas: el de las Navidades Pasadas, el de las Navidades Presentes y el de las Navidades Futuras. Todas las apariciones le advierten a Scrooge que debe cambiar sus actitudes avaras y crueles, o sufrirá un destino terrible. Estos fantasmas le hacen ver su muy triste infancia, su presente lleno de egoísmo y soledad, y su futuro en una fría tumba, sin que a nadie le importara su muerte, porque jamás brindó amor ni amistad a nadie, en vida.

El final de esta historia es muy bello porque Scrooge está agradecido por recibir una segunda oportunidad, comprende que debe cambiar de actitud, y sale eufóricamente a las calles para ayudar a la gente, a dar a los que no tienen nada, para compartir con ellos la alegría y la felicidad de Navidad.

Han transcurrido 170 años desde que el genial Charles Dickens escribió este clásico cuento de Navidad, y hoy la historia tiene más vigencia que nunca, porque se aplica a nuestra realidad.

¿Cuántos Scrooges viven en el 2013, sin pensar en los sentimientos de sus semejantes, en la pobreza o la enfermedad que otras personas están sufriendo? Cada persona vive su propia existencia sin importarle nada, ni nadie, solo ellos mismos preocupados por acumular riquezas, pero muy alejados de las cosas espirituales.

El final optimista y lleno de esperanza nos deja una bella enseñanza, de que sí es posible cambiar radicalmente nuestra vida, y que cualquier persona, aún el más cruel, miserable y corrupto de los hombres, podría transformarse en un ser noble y caritativo. Algunos pueden pensar que este es un simple cuento de fantasía, pero justamente eso es lo que simboliza la Navidad, que “lo imposible puede llegar a ser posible”.

Los milagros llegan a quienes tienen fe. Y ¿por qué no? si estamos celebrando la venida de Jesús, que vino a darnos el gran regalo de la salvación. Esta Navidad despojémonos de ese Scrooge que llevamos dentro, regalemos a los demás generosidad y amor. ¡Feliz Navidad!

Imagen_es_percepción@yahoo.com

ESCRITO POR:

Brenda Sanchinelli

MSc. en Relaciones Internacionales e Imagen Pública. Periodista, experta en Etiqueta. Dama de la Estrella de Italia. Foodie, apasionada por la buena mesa, compartiendo mis experiencias en las redes.