A las 19 horas, comenzó la explosión de luces multicolores que se accionaron con un sistema computarizado a alturas diferentes y desde tres puntos de lanzamiento. Esta vez el evento estuvo a cargo de la empresa guatemalteca Fireworks Entertainment Service (FES).
El espectáculo contó con distintos efectos que evocaban los sentimientos propios de la época, esperanza, paz y amor.
Personeros de FES contaron a Prensa Libre que la serie de luces estaban diseñadas para que cada una provoque asombro y el ojo no se acostumbrara. Y la piel erizada y la emoción en el rostro de los niños fue el resultado.