En las imágenes que estarán en exhibición hasta el 9 de febrero del próximo año se observa cómo Mario Vargas Llosa siguió el rastro de la feminista Flora Tristán y de su nieto, el pintor Paul Gauguin, protagonistas de la historia de “El paraíso en la otra esquina“.
Agustín Prado, presidente del congreso organizado por el aniversario de “La ciudad y los perros” que concluyó ayer en la institución, dijo a Efe que esta muestra acerca al lector con el proceso creativo del premiado escritor.
“La idea es exponer como su padre investiga, realiza el acopio de información y escribe una novela“, señaló Prado.
Además del congreso, también se inauguró el miércoles pasado la exposición “El poder es cada individuo. Rutas de La ciudad y los perros“, donde se puede observar un montaje fotográfico de Lima de la década de 1950, junto a fragmentos de su obra, comentarios y video.
Vargas Llosa comenzó a escribir “La ciudad y los perros” en Madrid, en 1958, y la culminó en 1961 en París, a partir de su experiencia en el colegio militar Leoncio Prado de Lima.
La novela, que marcó sus inicios literarios, se desenvuelve en un ambiente juvenil y en ella convergen diversas realidades que giran en torno a temas como el abuso de poder, la disciplina militar y la masculinidad.