Según reportes de prensa, Snapchat envía diariamente 400 millones de fotos o videos, una cifra que contabiliza el número de veces que fueron vistos por sus destinatarios, por lo que podría contar varias veces el mismo mensaje.
El servicio, destinado a los usuarios de dispositivos móviles, como teléfonos inteligentes o tabletas, atrajo en especial a los adolescentes, un objetivo prioritario para las redes sociales.
Esta popularidad puede hacer temer que la aplicación ofrezca a los jóvenes una falsa sensación de seguridad al enviar fotos de riesgo o al hacer sexting. Pero no hay pruebas de que así sea, aseguran expertos.
“No hay evidencia de que Snapchat sea usado de manera más imprudente que otro servicio de mensajería“, dice Matthew Johnson, de la ONG canadiense de educación digital MediaSmarts. “En general, los instintos de los jóvenes son muy buenos y en muchos aspectos gestionan los aspectos sociales y emocionales de estas tecnologías mucho mejor de lo que nos imaginamos“.
Las fotos no vuelven a acechar al remitente
Las conversaciones basadas en mensajes efímeros también reducen los malentendidos mediante la adición de señales visuales, ausentes en correos electrónicos o mensajes de texto tradicionales, destaca Johnson.
“Muchos adultos pueden leer un correo electrónico y no saber si la persona que lo envió está enojada o es sarcástica“, señala. “Al rechazar un mensajes de texto, donde el número de caracteres que se utilizan es limitado y los intercambios muy rápidos, siempre hay un riesgo de que algo estalle porque alguien fue malentendido“.
Además de las fotos en las que se ve la expresión de la gente, el mero hecho de usar Snapchat da a entender que el mensaje que se está enviando no es algo muy en serio, dice Johnson. “En el fondo, Snapchat es un gran Smiley“.
Para Nathan Jurgenson, el sociólogo de Snapchat, el servicio es el destino natural para las fotos no vuelvan a acechar al remitente.
“Parte del atractivo de Snapchat es que aparece como un marcador social para algo que no debe ser preservado“, escribió en el blog oficial de la compañía. “Los jóvenes dicen que lo usan para cosas un poco tontas o embarazosas, pero que igual quieren compartir con sus amigos” .
Jurgenson señala que el hecho de que los mensajes sean efímeros también puede llevar a las personas a prestarles más atención: “Cuando uno tiene que mirar rápido, mira bien“, afirma.
Aunque los mensajes o las fotos de Snapchat se autodestruyan, sigue siendo bastante fácil copiarlos antes de que desaparezcan, y las investigaciones muestran que los jóvenes son conscientes de eso, según Johnson, que espera que la fusión de imagen y texto se convierta en la norma en el intercambio de mensajes.
Coral Fairchild también ve en Snapchat “la próxima gran etapa” de las comunicaciones móviles.
“Yo no uso Snapchat con alguien a quien no conozco, sería raro“, dice, aunque asegura que está dispuesta a hacer una excepción en el caso de Harry Styles, uno de los miembros de la popular banda británica juvenil One Direction.