El alcalde de Gold Coast, jurisdicción a la que pertenece la localidad turística de Surfers Paradise, declaró que el cantante debe enmendar el daño realizado y calificó al artista canadiense como “muy, muy tonto”.
“Le daremos la opción de remediar y arreglar primero la pintada o de lo contrario se le pedirá que haga trabajos comunitarios”, instó el político.
Las leyes australianas castigan este tipo de infracciones con 80 a 100 horas de trabajos comunitarios, aunque el alcalde apuntó que al tratarse de una estrella de fama internacional todo quedaría solucionado si actúa en un concierto de navidad que se celebrará el próximo día 7 en Gold Coast.
Bieber ofreció esta semana en Brisbane el primero de los ocho conciertos que tiene programados durante su gira australiana que continuará con las actuaciones mañana y el sábado en Sídney