Ángel Cardona Rivera, de la Diprona, relató que entre los colaboradores se encuentran los representantes de los 48 Cantones de Totonicapán, ya que en esta época sube la demanda de este producto.
Antonio Pascual, vecino de Totonicapán, dijo que los vecinos se organizaron para cuidar los bosques, debido a que estos los proveen de agua.
Guillermo Monterrosa, del Inab, pidió a la población que también se una a la lucha contra la tala ilegal de esta especie, y que no compre pinabete que no tenga el marchamo de certificación de esa entidad y del Conap, que es blanco.
Agregó que como institución tienen planes de control, pero no dio detalles a fin de no alertar a los taladores.
El ecologista Mynor Ronquillo explicó que en esta época es cuando se reproduce el pinabete, por lo que al cortarle las ramillas se debilita.
“Al mutilar los árboles que tienen mejor forma, el bosque se va degenerando. Los vecinos necesitan entender que la irresponsabilidad más grave de la tala la tienen los que compran el pinabete, ya que si no lo hicieran, los depredadores no tuvieran motivo para cortar los árboles”.
