Lambour afirmó que cada dos años la Organización Mundial de la Salud organiza un encuentro con las autoridades de la región, para impulsar una armonización regulatoria farmacológica.
Además de la falsificación, existe la adulteración de los fármacos, especialmente de la fecha de caducidad. Por eso es importante que el producto vencido se recolecte y se destruya de manera adecuada.
Según la Organización Mundial de la Salud, los medicamentos falsificados afectan no solo a marcas comerciales sino a productos genéricos y comprende desde la copia ilegal de los registrados hasta su manufactura, explicó Manuel Ulloa, representante de Fedefarma en Costa Rica, Panamá y República Dominicana.
Ulloa refirió los casos mortales que han ocurrido en diversos países a causa de la administración de medicinas falsificadas, como el de Haití, en 1996, donde 59 niños murieron por consumir jarabe fraudulento para la fiebre o el de Panamá, en el 2006, donde medicamentos de fabricación china con dietilenglicol causaron la muerte a 150 personas.
El problema es falta de legislación. En Centroamérica y el Caribe, a excepción de Guatemala y República, la falsificación de medicamentos no es tratada como causa penal.
“No basta con la creación de un marco jurídico adecuado, es indispensable la rápida y oportuna aplicación de las leyes. Este es un crimen que debe considerarse como crimen a la salud humana”, expresó Ulloa.