“Sao Paulo es una ciudad enorme, una metrópoli que propicia la creatividad y la moda. Ya habíamos hecho actividades públicas, pero nunca en contacto tan directo con la gente”, dijo Paulo Borges, director del evento.
Las tendencias de este año, según Borges, abarcaron los desplazamientos y los cambios de la sociedad y el mundo.
Una de las colecciones que llamó la atención fue la de Alexandre Herchcovitch, quien mostró una propuesta cargada de encajes, camisolas, detalles de sastrería, así como encajes con notables transparencias.
Las colecciones en general se inundaron en colores pastel, mezcladas con tonos rojo y tierra, así como vestidos blancos y negros.
Un estilo celta fue lo que caracterizó los diseños de la firma Animale, que a través de la combinación de tejidos invernales ofreció un viaje por el pasado y futuro del Reino Unido.
Entre los accesorios hizo presencia la marca Chanel, que presentó bolsos y chaquetas pequeñas en una exposición llamada The little black jacket.
Se presentarán 26 desfiles de estilistas locales, entre los que destacaron Herchcovitch, Loureno, Ronaldo Fraga, Gloria Coelho y Vitorino Campos; así como las marcas Tufi Duek, Osklen, Forum, Colcci y Cavalera, entre otras.