Una pareja que reúne desechos en dicho vertedero, aseguró que el joven era su hijo, y que residía en la línea férrea en el lugar conocido como La Tropicana, zona 1 de la referida ciudad.
Peritos del Ministerio Público indicaron que el cadáver tenía señales de tortura, indicios de heridas de bala, y estaba envuelto en sábanas.