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El número de emergencia 119 de Conred diariamente atiende entre 5 mil llamadas, pero no todas son serias. Personas marcan para pedir comida, para solicitar una canción o para hacer chistes, otras mencionan emergencias que resultan ser una mentira. Estos casos representan el 70% de los reportes que atienden los operadores.
David de León, vocero de la institución, indica que cada vez que responden un mensaje sin aparente necesidad invierten no menos de Q3 mil, entre movilizar al personal – unas 11 a 25 personas según la dimensión de la emergencia-, combustible, depreciación de los vehículos y uso del equipo.
70% de las llamadas que recibe diariamente Conred son por reportes falsos o por bromas.
Las alertas que suele atender Conred son incendios forestales, inundaciones, deslizamientos y retumbos de suelo; pero en esta época del año son los siniestros los que más llamadas generan y los bromistas aprovechan esto para hacer reportes que nunca ocurrieron.
Para educar a la población y cocientizarla de no hacer mal uso de los números de emergencia, la institución lanzó la campaña No más bromas, la cual promociona en sus redes sociales.
#NoMásBromas Utiliza los números de emergencia adecuadamente, jugar con ellos puede ocasionar la muerte de alguien que esté necesitando auxilio. ¡Corre la voz! #PrevenirParaVivir pic.twitter.com/QxdTfedcE4
— CONRED (@ConredGuatemala) March 3, 2019
Cuerpos de socorro no se salvan de las bromas
William Baldomero González, vocero de Bomberos Voluntarios, menciona que cada día reciben al teléfono 122 no menos de 260 llamadas que resultan ser una falsa alarma. De las cuales, en promedio, llegan dos a cada una de las 134 estaciones de estos socorristas.
Atender una supuesta emergencia representa un gasto en recursos. Tan solo en combustible la institución pierde alrededor de 75 galones diarios, que según el precio de la gasolina regular -se cotizaba a Q23.67 hasta el 25 de febrero según el Ministerio de Energía y Minas- sería de Q1 mil 775. A esto se suma la inversión en lubricantes y neumáticos.
75 galones de combustible al día pueden llegar a gastar los Bomberos Voluntarios al atender falsas alarmas.
Pero lo más importante, de acuerdo con González, se pone en riesgo la vida de los socorristas. Recuerda el caso de una bombera que falleció en Puerto Barrios, Izabal, cuando cubría un supuesto llamado de auxilio. La cisterna en que viajaba para apagar un incendio se accidentó.
Cada vez que se cumbre una emergencia, en cada ambulancia de los Bomberos Voluntarios viajan tres elementos: el piloto, el responsable que va de copiloto y un paramédico. Cuando una motobomba acude al llamado, se suman cinco personas más, si va una cisterna son dos más y en un carro escalera, otras dos.
El tono de voz y las risas pueden dejar al descubierto al bromista, pero en ocasiones utilizan un tono de angustia que puede confundir.
“Al responder a una llamada falsa se dejada de atender a alguien que realmente lo necesita”, dice González.
El número telefónico 123 de los Bomberos Municipales también recibe reportes falsos en sus 12 estaciones repartidas en todo el país. A diario entran 50 mil llamadas, de las cuales se realizan en promedio 700 servicios las 24 horas, pero no todos son por emergencias reales, pues cuando los socorristas llegan al lugar no menos de 40 son los casos en que no hay una “personas interesadas”, menciona Josbin Borrayo, encargado de relaciones públicas de la institución.
40
servicios falsos pueden llegar a atender los Bomberos Municipales, lo que les impide acudir a verdaderas emergencias.
Normalmente son tres elementos las que se involucran en cada llamada de emergencia -el piloto, un direccionista y el colero, que es el bombero que viaja atrás de la unidad-. Cuando se trata de un incendio se involucran más personas, unas 15.
Además del recurso humano hay una inversión en combustible. Unos 15 galanes al día se pierden, porque se recorren no menos de 15 kilómetros al atender un reporte falso, señala Borrayo. Esto representa unos Q355 al día de pérdidas.
“Pedimos a las personas que se pongan la mano en la conciencia y que utilicen los números de los cuerpos de socorro de una manera eficaz para una emergencia que sea real”, refiere el bombero. “Hemos atendidos servicios falsos y cuando llegamos no hay nadie, luego nos piden la unidad para otro lugar y al presentarnos las personas ya han fallecido, es lamentable”, agregó.
Por las tardes es cuando más llamadas falsas suelen recibir los cuerpos de socorro, y los principales involucrados son niños.
Fracasa iniciativa de ley
Al Congreso de la República se presentó la iniciativa de ley 5428 que pretendía sancionar a las personas que hicieran llamadas engañosas a los cuerpos de socorro y a la Policía Nacional Civil fueran multadas. La suma sería de Q5 mil hasta Q30 mil; sin embargo, se le dio dictamen desfavorable.
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