Durante el proceso una sobrina del sujeto brindó su testimonio, en el que señaló cuando el hombre se subía los pantalones tras haber abusado de la pequeña, y esta lloraba, además la ropa de la niña estaba manchada.
El padre aprovechó el momento, debido a que toda la familia se fue al culto en el barrio Las Marías, en Nentón, Huehuetenango.
La sentencia incluye el pago de Q25 mil por concepto de responsabilidades civiles por el daño físico y psicológico causado a la víctima.
Este es el segundo juicio que enfrenta el presunto violador, pues el pasado 3 de octubre en la misma judicatura pero con distintos jueces fue declarado culpable por el mismo delito, y en esa ocasión fue condenado a 20 años de prisión. Pero debido a la apelación de la defensa se llevó a cabo un nuevo proceso en el cual fue hallado de nuevo culpable.