Se adentró al deber de informar a los 21 años. “Su cámara al hombro fue su fiel compañera, y su máquina de escribir Remington, su arma de trabajo”, recuerda Norma, su hija.
Para muchos, Duarte era una persona de fuerte carácter, preciso en la escritura y en el campo periodístico. “Hay personas en este oficio que han dejado su escuela. Por ejemplo, la paciencia y comprensión de Pedro Julio García y Álvaro Contreras Vélez, la labor periodística de Mario Sandoval, y la exactitud de Germán”, comentó Julio Trejo Pineda, quien conoció a Duarte en Prensa Libre, en la década de 1970 y 1980.
Las salas de redacción fueron su segundo hogar. “Siempre dijo que su trabajo era una labor muy enriquecedora, porque de toda noticia y entrevista aprendía algo nuevo”, afirma su hija.
El primer medio en el que trabajó fue El Americano, en 1944. Cuatro años después ingresó como vocal I de la Asociación de Periodistas de Guatemala, y también perteneció a la junta directiva en 1953 y en 1980. En 1951 obtuvo una medalla de honor al mérito por el profesionalismo en el diario La Mañana. También unió su pasión por la radio con los medios impresos al trabajar en El Diario del Aire, dirigido por Miguel Ángel Asturias.
En 1953 laboró como reportero redactor en el diario La Hora y posteriormente forjaría su carrera en Prensa Libre. “En Prensa Libre trabajé por 25 años, como reportero, redactor, fotógrafo, y 15 años como jefe de redacción (…)”, le comentó a Trejo en una entrevista que este le hizo el 15 de junio recién pasado.
“No fue fácil encontrar un buen de jefe de redacción para el mejor medio de Guatemala, necesitábamos a alguien con experiencia y nivel; de los tres candidatos que tenía, lo elegí a él. Hizo un buen trabajo”, relata Luis Morales Chúa, quien laboró como jefe de información de este medio.
Germán Duarte se retiró del oficio periodístico cuando se jubiló, el 30 de junio de 1995, y decidió enriquecer las letras de Guatemala al trabajar en su segundo libro Historias para ser “re” contadas, publicado en el 2006; el primero se llamó El cartero del más allá (1998).
“Su último libro, más que una novela, fue un reportaje que redactó con pedazos de periódicos. Es un texto que pinta a Germán como un periodista de toda la vida”, expresa Morales.
Ganó el mote de Papá periodista y el 15 de junio de este año le rindieron un homenaje como uno de los periodistas guatemaltecos con más trayectoria.
El corazón de Germán Duarte, quien se identificaba como un integrante de la generación de periodistas surgidos de la Revolución de 1944, dejó de latir el 26 de junio. Para su hija y muchos lectores del país, sus notas, más que noticias, fueron una enseñanza.