Esta bomba inteligente fabricada por la empresa de Minneapolis Medtronic Inc. ya se vende en Europa y es revisada por la Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). Aún se requiere de más pruebas a fin de que pueda ser programada para imitar a un páncreas verdadero y ajustar constantemente la insulina según una lectura continua del monitor de sangre-azúcar, pero los médicos sostienen que el nuevo estudio sugiere que es un objetivo realista.
“Este es el primer paso en el desarrollo de un páncreas artificial” dijo el doctor Richard Bergenstal, jefe del departamento de diabetes de Park Nicollet, una gran clínica en St. Louis Park, Minnesota.
Bergenstal encabezó el estudio patrocinado por la empresa y anunció el sábado los resultados en una conferencia en Chicago de la Asociación Estadounidense de Diabetes. Asimismo fueron colgados en internet por la revista New England Journal of Medicine.
El estudio incluyó a personas con diabetes de Tipo 1, generalmente diagnosticada en la infancia. El 5 por ciento aproximadamente de 26 millones de estadounidenses con diabetes la sufren. Sus organismos no elaboran insulina, una hormona necesaria para transformar los alimentos en energía. Causa elevados niveles de azúcar en la sangre y eleva el riesgo de enfermedades cardíacas y de otros tipos.
Las bombas pasan un nivel constante de insulina, y los pacientes deben vigilar sus niveles de azúcar e inyectarse más insulina en las comidas o cuando desean impedir que el nivel de azúcar sea demasiado elevado.
En el estudio, todos los pacientes tenían sensores que vigilaban continuamente su azúcar en la sangre.